La historia, el folclore y la mitología hilaron ayer la tradición en el Pregó, con el que se abrió oficialmente la Magdalena 2018 después de la mascletà anunciadora de la mañana. El inicio de nueve intensos días de fiestas, conmemorándose el origen de la ciudad por un privilegio real de Jaume I otorgado en 1251, volvió a ser multitudinario. La elevada participación en el desfile costumbrista se tradujo también en una masiva presencia de público a lo largo del recorrido.

Así, tanto la calle San Roque, donde arrancó la cabalgata a las 16.00 horas, como Sanahuja,María Agustina, Mayor, plaza de la Paz, Gasset, Puerta del Sol, Ruiz Zorrilla y avenida Rey don Jaime presentaron un gran ambiente. Ni siquiera la climatología, con la incertidumbre de la lluvia y el molesto viento , frenó el afán de los castellonenses por seguir en directo uno de los actos más esperados de la Magdalena.

Más de 3.000 participantes de infinidad de municipios pusieron de manifiesto, una vez más, la importancia del Pregó no sólo para Castelló ciudad, sino también para el resto de la provincia al tratarse de una exaltación de la cultura más diversa y arraigada.

Como en años precedentes, el desfile se estructuró en cinco partes: la cabecera, la mitología, la historia fundacional, la representación provincial y ciudad y término de Castelló.

El carro que repartió los programas y la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Castelló, escoltados por la Policía Local motorizada, sirvieron como aperitivo de lo que quedaba por venir durante más de cinco horas de espectáculo.

La colla del Rei Barbut adquirió seguidamente protagonismo con los gigantes y cabezudos, los personajes mitológicos castellonenses y las coloridas carrozas.

Moros d'Alqueria se encargó de introducir el apartado del Pregó centrado en la historia fundacional. Los caballos, la corte árabe, las bailarinas y las comparsas no dejaron indiferente a nadie. Las filaes nuevamente cautivaron por su vistosidad, aumentada con la fastuosidad de los trajes repletos de plumas, capas y estampados llamativos.

Tampoco pasó desapercibida l'Aljama, que representó al colectivo judío residente en Castelló en la Edad Media. La nobleza a caballo, el mercado medieval y, sobre todo, las aves rapaces animaron el ambiente, siempre bajo la amenaza de la lluvia por encontrarse el cielo completamente cerrado.

Els Cavallers Templers de Castelló, els Cavallers de la Conquesta, el centro Aragonés de Castelló y Pirates Barbarescs mantuvieron el tono festivo con sus representaciones históricas, personajes de la época y carrozas y grupos de danza.

A partir de este momento, los municipios de la provincia deleitaron al público presente con bailes, música de rondalla y carruajes engalanados. La amplia y rica muestra folclórica puso el toque más autóctono de la cabalgata. Los pueblos de las comarcas de la Plana Alta, Alt y Baix Maestrat y Els Ports abrieron esta parte del Pregó, que además despertó especialmente la simpatía de los castellonenses. No en vano, familiares o amigos formaban parte de las delegaciones de muchos de las localidades participantes.

Aunque la emoción y alegría marcaron esta parte del Pregó, lo cierto es que la irrupción de la última sección, la dedicada a la ciudad y su término municipal, provocaron los mayores aplausos y ovaciones.

Las asociaciones de vecinos, agrupaciones y escuelas y grupos de bailes mostraron el esplendor cultural y patrimonio local. La Bellea del Foc d'Alacant y su corte de honor se sumaron al tradicional desfile, al igual que una representación de Murcia.

La comparsa de las diferentes Gaiatas, con los estandartes y las comisiones, dieron paso al Pregoner, Salvador Ramos, quien recitó con gran maestría los versos de Bernat Artola anunciando a los castellonenses el inicio de las fiestas: «Ja el dia és arribat de la nostra Magdalena».

Otro de los momentos más esperados por los castellonense fue el paso de la carroza con la reina. Acompañada por las damas de la ciudad, Laia Tirado, María Torres, Natalia Palacio, Raquel del Vigo, Patricia Lacasa y Beatriz Belenguer, Carla Bernat sintió verdadero orgullo.

La banda municipal de Castelló, como marca la tradición, cerró el Pregó. Pasaban las ocho de la tarde y la fiesta en el primer sábado de Magdalena no había hecho más que comenzar. Las diferentes carpas y escenarios distribuidos a lo largo de la ciudad alargaron la noche hasta bien entrada la madrugada.

Hoy, los castellonenses tendrán una nueva cita ineludible con el acto más popular del programa: la Romeria de les Canyes. Como ayer, la amenaza de lluvia estará presente durante la jornada, habida cuenta que las previsiones elevan la probabilidad de precipitaciones hasta el 70 % a partir de las 12 del mediodía y hasta las 18 horas (del 10 % hasta las 12 de la noche).