Solo el recital de intervenciones del portero local Molina y la fe del equipo en la remontada, tras una mala primera parte, permitieron que el Peñíscola ganase 3-1 un partido que se le puso muy cuesta arriba, dado que el Zaragoza apretó mucho a lo largo de todo el partido. El último minuto, con solo tres jugadores en cancha resultó dramático, pero se multiplicaron para impedir que se moviese más el marcador.

El Peñíscola RehabMedic fue sorprendido en la primera parte por el Ríos Renovables Zaragoza, que salió con la idea fija de sumar los tres puntos para poder certificar lo más pronto posible su presencia en el play-off al título, ya que dominaron y controlaron la primera parte, y si no se fueron al descanso con una ventaja más amplia solo se debe a la gran actuación de Molina que sacó hasta ocho balones que iban dentro de su portería y en otra ocasión, tras remate de Villanueva, fue el larguero el que evitó el gol. El conjunto maño, pese a presionar por toda la cancha lo hizo con inteligencia, sin hacer apenas faltas (la segunda les cayó en el ultimo minuto). Por contra a los peñiscolanos esa presión les impidió llegar a la portería de Adrián.

Pudo empatar el Peñíscola a los 22 minutos, cuando los colegiados señalaron penalty por manos de Retamar, lo lanzó Terry y rechazó el balón y repitió en segunda instancia. El Peñíscola pasó a dominar el partido. A los 26 Michel culminaba una gran jugada personal, tras pase de Carlinhos, para empatar el partido, era el premio al trabajo que estaban realizando desde la reanudación. Pero el Zaragoza se fue arriba en busca de un segundo gol al igual que los locales. El partido estaba abierto. El larguero evitó que el Peñíscola marcase el segundo a los 33 minutos, tras un disparo lejano de Carlinhos.

Con todo por decidir, a 1.56 del final el pabellón se hundía con un centro de Terry que Retamar desvió al fondo de su portería. Una recuperación sirvió para que Esteban burlase al portero y le diese el esférico a Bagatini, que marcó el tercero y definitivo.