La comisión de lenguas del CEIP Errando Vilar trabaja un programa de actuaciones para promover lo que el profesorado del centro ha llamado el valencià del bo. Rescatar del olvido palabras y expresiones típicamente valencianas y corregir los errores más habituales a la hora de hablar el idioma son dos de los objetivos fundamentales de esta iniciativa, a caballo entre la lingüística y el juego, en la que el personal docente implica al alumnado para que «amen la lengua», como aseguró la concejala de Normalización Lingüística, Diana Belliure, durante la presentación del proyecto.

En el rincón creado en la primera planta del colegio para este proyecto destaca el rebost dels mots, un armario que se abre para recuperar el vocabulario en desuso del valenciano, que el profesorado anima a los pequeños a integrar en el habla diaria. La Concejalía de Normalización Lingüística trasladó esta iniciativa a un marca páginas en el que figuran hasta una docena de palabras como avear, estora o armilla y que el próximo 23 de abril, Día de Libro, será distribuido entre el alumnado de Almassora.

«Felicitamos a la plantilla del centro por esta iniciativa, en la que demostráis una implicación en la educación de nuestros niños y niñas digna de reconocer y de potenciar», manifestó Belliure. Para la edil, el mérito de este programa es el acompañamiento y la motivación que transmite el profesorado a la hora de «alentar los pequeños y pequeñas a valorar e interesarse por la lengua».

Por su parte, el director del centro, Jorge Grifo agradeció «el apoyo del consistorio, a través del departamento de Normalización Lingüística, y de la conselleria de Educación para dar a conocer estas palabras, no sólo a nuestros escolares sino a toda la población escolar de Almassora».

El responsable del centro confirmó que es el segundo curso en el que se desarrolla este programa y que «la comunidad educativa de Errando y la de otros centros están encantadas con la iniciativa», puesto que consigue «mejorar el rendimiento académico» y «dar a conocer nuevo léxico a los niños y niñas y a todo el municipio».

Uno de los responsables de trasladar el proyecto a las aulas de 1º a 6º de Primaria es el maestro Pere Duch, quien considera fundamental que el alumnado «se sienta partícipe de la lengua y perciba el aprendizaje como un juego». Es por eso que el profesorado convierte a los niños y niñas en «portadores de palabras que la gran mayoría de la gente no conoce y, por lo tanto, se sienten protectores de esa lengua», concluyó.