És un miracle que el Mallorca estiga empatant ací al camp del Vila-real B», se hartó de decir el compañero de la radio autonómica balear desde el minuto 46 al 94. Tenía toda la razón del mundo. El partido estaba empatado (1-1) y del minuto 51 al 63 el filial del Villarreal le perdonó la vida al Mallorca en cuatro ocasiones. Ocasiones claras y entre ellas un mano a mano de Mario González que le sacó el experimentado portero malagueño Manolo Reina. Y efectivamente, el renqueante líder salió vivo del feudo groguet y no encajó la tercera derrota consecutiva de milagro.

Fue una primera mitad casi perfecta para el filial amarillo, aunque tal y como fue avanzando el partido el Mallorca fue teniendo el balón y el control del partido, y empató de un claro penalti cometido por Ander Cantero cuando faltaban diez segundos para acabar los primeros cuarenta y cinco minutos. No falló el grancanario Aridai Cabrera e igualó el marcador. No hubo tiempo para más.

El Villarreal B arrancó con buenos bríos. Corriendo con sentido y con largas posesiones. Darío Poveda fue uno de los grandes protagonistas de la primera mitad, en la que anotó el 1-0. Llegó en el minuto 14, aunque el primer aviso del motivado filial groguet llevó el sello de otro gran currante como es el zaragozano Manu Morlanes, que obligó a Manolo Reina a aplicarse con firmeza.

El gol tuvo el sello de estos dos protagonistas. Morlanes envió largo desde el círculo central a Darío y éste entró en el área, se revolvió y envió al fondo de las mallas. Un gran tanto para hacer justicia en el partido. En el minuto 34 se pidió un penalti sobre Darío. El equipo de Miguel Álvarez se gustaba ante el líder, el cual fue despertando poco a poco. Lanzó una vez entre los tres palos y ese fue el penalti ejecutado por Aridani. Derribo claro del portero navarro que, afortunadamente, sólo vio la tarjeta amarilla. Con el 1-1 se llegó al descanso del encuentro.

En el segundo el Mallorca salió tal y como acabó el primer tiempo: con mucha presencia en el terreno de juego. Pero el que avisó primero fue el filial en el minuto 51 con un trallazo de Darío desde la frontal del área que rechazó con apuros el arquero malagueño de la escuadra balear. Luego llegaron otras dos buenas jugadas a la contra no finalizadas por Morlanes (min. 55) y Chuca (min. 58).

Asedio sin premio

A todo ello el balón estaba en posesión del equipo visitante de Vicente Moreno. Al líder le faltaba precisión, pero dejó claro que es uno de los grandes candidatos a quedar primero y a subir a Segunda. Mientras, en el 60, el burgalés Mario González falló un mano a mano con el experimentado portero Manolo Reina. Se perdonó mucho y ya se sabe que en estos casos? Parecido al día del Alcoyano: asedio sin sacar fruto.

Tras el temporal llegó la calma. Se igualó todo. De ahí al final poca cosa más. Emoción a raudales y un tiro peligroso del visitante Salva Sevilla que Ander Cantero logró rechazar con apuros. Nadie quiso perder en los últimos compases.