Kyle Christian Rowley (Trinidad y Tobago, 1990) siempre se ha caracterizado por ser un pívot dominante en la zona, sobre todo, a la hora de defender y de capturar rebotes, unas cualidades que le han permitido cumplir su sueño de disfrutar jugando al baloncesto. Tras formarse en Estados Unidos, Rowley llegó a España en la temporada 2013-14 jugando sus primeros minutos en LEB Plata y progresando continuamente hasta el punto de haber llegado a reforzar hasta en dos ocasiones los entrenamientos del Bilbao Basket en la ACB. El trinitense, en la actualidad, disputa su cuarta campaña en LEB Oro.

P Tras formarse como jugador en la liga universitaria de Estados Unidos, la NCAA, vino a España y fichó por el Zornotza en LEB Plata. ¿Qué le motivó a hacer este cambio de aires?

R Creo que lo principal fue por la experiencia. Mis dos primeros años en la universidad fueron en el equipo de Northwestern y lo cierto es que estaba intentando cumplir un sueño, que era salir de Trinidad y Tobago y tener una ocasión para jugar. Luego cambié de universidad y fue un cambio dramático. Me gustó mucho el tiempo que estuve en Saint Mary's y lo que no quería era dejar de jugar, entonces sabía que tenía que aprovechar las oportunidades que tenía. Al venir a España, primero llegué a Oviedo durante la pretemporada y de ahí ya fui a Zornotza, y lo que me impulsó fue básicamente la motivación para seguir jugando.

P ¿Qué es lo que más le gusta de la liga española?

R Sobre todo que aprendes mucho y que vives muchas experiencias. Además, aquí en España se vive muy bien. La verdad que es bastante parecido a Trinidad y Tobago, pero sí que es cierto que el estilo de baloncesto es mucho más táctico y creo que, si aprendes a jugar aquí, ya te sirve para cualquier sitio. Creo que el nivel de concentración necesario y el nivel de aprendizaje que pasas aquí ayuda a cualquier a seguir su línea deportiva.

P Estas últimas tres temporadas en LEB Oro ha jugado con equipos ya consolidados en la liga como Ourense o Coruña. Si tuviera que destacar algún momento, ¿cuál sería?

R En Coruña fue mi primer año jugando en LEB Oro e individualmente estuve bien, pero en Ourense llegamos a jugar los play-off y eso para mí también era muy importante. Pasamos una temporada un poco regular y acabamos el año muy bien, metiéndonos en los play-off en la última jornada y eso nos hizo mucha ilusión.

P ¿Qué le impulsa a fichar por el TAU Castelló?

R Este verano fue un poco atípico ya que venía de una lesión de hombro y otra del pie, había cambiado de equipo en medio de la temporada, de Araberri fui a Coruña, y aunque allí estuve bien, tenía mis dudas. No quería fichar por fichar, sino que quería fichar donde pensaba que iba a poder mejorar y volver a tener este amor por el baloncesto ya que hubo unos años que no lo disfruté tanto. Entonces hablando con Toni Ten me convenció de venir aquí.

P A estas alturas de la liga, ¿podría destacar un punto fuerte del equipo y uno que habría que mejorar de cara a la recta final?

R Creo que tenemos que mejorar en el aspecto de acabar los partidos. Hay veces que jugamos 35 o 37 minutos muy bien y después hay una desconexión durante el partido. Así que creo que nos falta esa concentración para acabar los partidos y tener esa determinación y convicción para sacar lo que tenemos que sacar en esos momentos. Eso nos dará un plus porque lo bueno de todo es que aún tenemos mucho margen para mejorar y mucha pretensión para seguir creciendo. Y un punto fuerte es que nos llevamos muy bien todos y eso nos da bastante alegría en el día a día, y en la pista también se nota.

P A nivel personal, hace poco sufrió una luxación en el hombro izquierdo. Físicamente, ¿cómo se encuentra?

R Ahora me encuentro bien. Son cosas que pasan durante la temporada. Lo bueno es que no estuve mucho tiempo fuera y no perdí el ritmo. Así que físicamente me encuentro bien gracias al trabajo de todo el cuerpo técnico, de la clínica Granell y del fisio Vicente García.

P A lo largo de la temporada, la afición ha notado que ha dado un salto cualitativo en su juego y que ahora tiene una mayor presencia en la pintura, tanto en ataque como en defensa. ¿Ha sentido esta evolución?

R La verdad es que me siento con más confianza y estoy disfrutando de lo que estoy haciendo. Además tengo ganas de seguir trabajando para ver hasta dónde puedo llegar, porque realmente no sé dónde está mi techo. No sé cuánto voy a mejorar, pero voy a seguir intentándolo, y para mí eso es lo más importante.