rompida de la hora. Justo a las doce en punto, como sucede año tras año, los bombos y tambores se reunían en la plaza Sant Bertomeu para romper con su estruendo acompasado la hora tal y como marca la tradición religiosa. En esta ocasión, la alcaldesa, Xaro Miralles, daba el toque de honor que iniciaba el rugido de los tambores.