Un gran número de municipios de la provincia de Castelló cerraron ayer con los actos de la procesión del Encuentro, que representa el momento en el que Jesús y su madre, la Virgen María se reencuentran tras la resurrección de Cristo. En este sentido, Vila-real puso el punto y final a la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Provincial, con la celebración del Domingo de Pascua de Resurrección, que contó con la misa del Encuentro, en la iglesia Arciprestal, desde donde salieron las imágenes en procesión, acompañadas de cofradías, hermandades, la Junta Central de Semana Santa y la corporación, para encontrarse en la Plaça de la Vila.

Segorbe

La capital palantina vivió ayer de manera muy especial su particular «mañanica de Pascua» en la que cientos de fieles y devotos no quisieron faltar a su cita anual en la celebración del Encuentro y el lanzamiento de Aleluyas. Tras la misa en la catedral presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castelló, Casimiro López, las procesiones del Cristo y la Virgen cada una por su parte se reunieron en la plaza de la Cueva Santa para vivir uno de los momentos más esperados, el Encuentro. Previamente, una mascletá sirvió de entrada para el esperado momento en el que las palomas de la paz volaron como símbolo de alegría. En la procesión, organizada por la cofradía del Santísimo Cristo de San Marcelo, estuvieron presentes además las autoridades locales y los cofrades del resto de cofradías que, a su paso, van obsequiando y lanzando dulces y caramelos entre los asistentes.

Como manda la tradición, la plaza de la Sangre se cubrió de miles Aleluyas, papelitos de múltiples colores lanzados desde los