La Delegación del Gobierno en la Comunitat y PP, PSOE, Compromís y Podem ofrecieron ayer una lectura totalmente diferente del borrador de presupuestos del Estado de 2018 en Castelló. El delegado, Juan Carlos Moragues, y el presidente de los populares de la provincia, Miguel Barrachina, destacaron el esfuerzo del Ejecutivo en la creación de empleo y en el impulso de «infraestructuras útiles». Mientras, el diputado socialista Artemi Rallo denunció que la «infrainversión del Gobierno de Mariano Rajoy supone un lastre para la provincia de Castelló», y recordó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aportó 250 millones a Castelló en 2009, cerca del doble que este año (141 millones).

«Estafa», según Compromís

La diputada de Compromís en el Congreso, Marta Sorlí, valoró que se incluyan algunas reivindicaciones de la formación, pero advirtió que las cuentas están llenas de trampas y las calificó de «estafa». «Las partidas más cuantiosas de las infraestructuras se posponen hasta la siguiente legislatura, dejando en 2018, sobretodo, los estudios y proyectos», explicó.

Para Cèsar Jiménez, diputado de Podem en las Corts, «la mayor inversión está en la alta velocidad, mientras no hay ninguna partida concreta para ampliar el servicio del Cercanías de Vinaròs».