Yolanda Arnau es madre de un niño de 7 años con autismo que lleva años comprobando que la sociedad no está informada de este trastorno. Ante esta falta de formación, Yolanda decidió organizar la primera jornada de autismo y arte. La cita se celebró ayer en el Passadís de les Arts del parque Ribalta y los castellonenses se volcaron. 214 personas se inscribieron como voluntarias, 13 colegios (10 de Castelló y 3 de Almassora, Vinaròs y Onda), y ocho asociaciones de personas con autismo (6 de Castelló, una de València y una de México) se implicaron en un evento que congregó a cerca de 1.200 personas.

El acto combinó la concienciación con el arte. Acogió a 28 talleres infantiles de pintura de ceras, de dedo, de collage, música, emociones o imanes, entre otras materias, más una muestra de terapia asistida con perros. Participaron los artistas Marta Negre, Verònica Fabregat, Adrià Arnau, Irene García, Ana Sansano, Alejandro Mañas, Enric Redón, Alba Martínez, Maria Gargallo y el Museo Inacabado de Arte Urbano Miau de Fanzara. También hubo música a cargo de Xavier Piquer, Ana M. Vernia, y una banda de rock de personas con trastorno del espectro autista (TEA)

El momento culmen llegó cuando 1.000 cajas decoradas por niños formaron un muro simbólico que fue derribado para «romper las barreras contra el autismo». Las cajas habían sido cedidas por la empresa Cartonajes la Plana; 300 fueron pintadas por alumnos de los citados 13 colegios, y las 700 restantes fueron confeccionadas en el día de ayer.

Las obras realizadas por los artistas formarán parte de una exposición didáctica que se podrá visitar en los diferentes espacios del Consorci de Museus de la Generalitat Valenciana a partir de 2019.

La primera jornada del autismo consiguió sensibilizar al objeto de reforzar la integración en la sociedad de las personas con autismo. «Para que esta inclusión sea real es necesario educar, informar y concienciar, y este el gran reto en el que nos encontramos todas las familias que tenemos algún miembro que se sale de lo que esta tipificado como 'normal'», afirmó Yolanda en un comunicado entregado durante la presentación del acto esta semana.

«El trastorno del espectro autista no es una enfermedad, es una condición de vida que afecta en mayor o menor medida a la comunicación y a la interacción social», remarca la madre de un niño con autismo que impulsó con éxito el encuentro de ayer.