Los alcaldes de los municipios del Palancia afectados por la ola de robos en las iglesias plantean la necesidad de establecer, con carácter de urgencia, controles de la Guardia Civil en los accesos a los pueblos para persuadir a los ladrones y, con ello, frenar los saqueos de las últimas semanas.

El primer edil de Soneja, Benjamín Escriche, que veía cómo los vándalos asaltaban el pasado viernes por la noche la iglesia y, poco menos de un mes antes el salón sociocultural y el local de los jubilados, fue más allá e instó a convocar una junta de seguridad para abordar la problemática.

Escriche tachó ayer de necesaria esta junta de seguridad, aunque aseguró que todavía nadie se ha puesto en contacto con él -en referencia al Ministerio del Interior- y solicitó, básicamente, mayor número de efectivos que velen por la seguridad de la zona. De hecho, el alcalde afirmó que en Soneja los vecinos no hablan de otra, «y hay cierta preocupación, aunque no una alarma excesiva».

Escriche hizo hincapié en que se trata de «por el caso de la iglesia, de algo referente a un grupo más organizado».

De distinta manera es la situación registrada en la zona norte del Alto Palancia donde los asaltos a casas particulares y edificios públicos se están convirtiendo los dos últimos meses en la tónica dominante. Especialmente delicada es la situación de Torás. Su alcalde, Carlos del Rio, apuntaba que pedirá «mayor seguridad y más operativos o, como mínimo, que se lleven a cabo mayores inspecciones y controles, tanto activos y pasivos, a las entradas de los municipios. Todo lo que podamos pedir es poco: cámaras, controles de la guardia civil a las entradas de los municipios y demás, pero también somos conscientes de que por nuestra situación y la orografía en la que nos encontramos, una sola patrulla para toda la zona norte del Palancia poco puede hacer», lamentaba Del Río que proponía concentrar los recursos en puntos estratégicos.

A ello, se une que en estas pequeñas poblaciones, los presupuestos son limitados para aumentar las medidas de seguridad, por lo que «necesitamos ayuda estatal y, o nos unimos todos, o poco podemos hacer». Así las cosas, para el alcalde de Torás, en estos casos es fundamental la colaboración ciudadana, «porque en un pueblo en el que somos pocos, todos nos conocemos. Si vemos alguien extraño, lo mejor tal y como están las cosas es avisar o tomar el número de matrícula por si acaso».

Y es que el malestar entre los vecinos de Torás está a flor de piel después de que, en poco más de un mes, se hayan asaltado varios chalés, se robase el cobre de la bomba de agua que suministra al pueblo y se haya entrado en el ayuntamiento y la iglesia. «Por el tipo de robo no pueden ser la misma gente, porque los del cobre eran auténticos profesionales, pero el desamparo cada vez entre la población es mayor y las quejas vecinales también», comentaba Del Río.

Muestra de ello es que en los últimos tiempos se ha creado incluso una página Facebook de la plataforma de afectados por robos en Torás- Castelló, donde la gente da a conocer sus casos, se comparten opiniones y noticias sobre el tema. Asimismo, desde el Facebook del ayuntamiento han hecho un llamamiento a la ciudadanía para pedir la colaboración ciudadana con la guardia civil y llamar al 062 «ante el menor indicio, ruido sospecho, vehículos o individuos extraños". "Colaboremos en beneficio de todos, en algunos de los pueblos ya hay cámaras y de poco han servido, tampoco las alarmas. Está comprobado que la colaboración ciudadana es lo único que los amigos de lo ajeno no pueden silenciar», apunta el post que agrega que las cámaras, las alarmas, los cierres y las rejas son vulnerables.