Castellón y Borriol empataron un duelo provincial que amargó a ambos por igual. El Castellón sigue dependiendo de sí mismo para ser campeón, pero cedió el liderato dando una mala impresión. Al Borriol el punto le vale para poco más que salvar el honor. El equipo de Guimerà tuvo el triunfo en su mano con el gol de Gerard en el primer tiempo. El empate de rebote de Javi Rubio, en el tramo final, le deja con pie y medio fuera de Tercera División.

Llevaba un tiempo el Castellón jugando con fuego en Castalia, levantando goles en contra, manejando en el alambre resultados ajustados. Llevaba un tiempo jugando con fuego y se quemó el día menos esperado. Llegó a Castalia el Borriol casi colista y casi descendido, y la maniobra local se asemejó a la que tan cara salió en la primera vuelta ante el Almazora, principio del fin para el entrenador Frank Castelló. Ayer Escobar tropezó en una piedra similar. Reservó a jugadores capitales, incluido el portero, y la apuesta a todas luces no funcionó. En la primera mitad, que todo lo condicionó, el Borriol tuteó al Castellón en todas las facetas secundarias (posesión, llegadas, ocasiones) y le adelantó en la fundamental: un gol de Gerard sacudió Castalia en el minuto 42.

El primer tiempo había sido de ida y vuelta. Unanua, novedad bajo el marco, tapó ante Prera la primera ocasión. El propio Prera desperdició la segunda del Borriol, entreteniéndose en exceso en la definición. También las tuvo, pese a la irregularidad en el juego, el Castellón. Sabater se lució ante un cabezazo de Cubillas, Serra no acertó en una pelota suelta en el área y nadie aprovechó un error del portero visitante en una falta lateral. El minutero caía en forma de premonición. Lo que tenía que ocurrir, lo que la grada temía, ocurrió.

El partido dio un vuelco al filo del descanso. También el campeonato . El Orihuela marcó en su partido al tiempo que un pase interior de Serra plantó a Cubillas en el mano a mano frente a Sabater. Cubillas tenía el pase franco a la llegada de Juanjo, solo en la izquierda, pero se la jugó él y falló. Ganó Sabater el duelo y en la acción de vuelta Castalia crujió. Gerard golpeó de lejos un balón duro y centrado que superó a Unanua y, tras dar en el travesaño, entró.

Las prisas

Aún desbarató Sabater otra de Juanjo antes del descanso. Ahí Escobar movió piezas, cerró con tres centrales y sentó al invisible William. Su relevo, Cristian Herrera, tuvo la primera del segundo tiempo, pero cabeceó fuera la rosca de Abraham. Sabater sacó un pie plástico y salvador en un tiro corto de Serra, y la furia del Castellón se difuminó. No le faltó fe, pero sí orden y control. Los jugadores parecían migas lanzadas a palomas, caídos donde el viento les llevaba. Carcomido por las prisas, el Castellón encontró el empate en una falta que enroscó Rubio y la barrera desvió a gol. Con el 1-1 no mejoró el desbarajuste táctico orellut. Las piernas frescas de Juan López desarbolaron la expuesta zaga local. Unanua intervino al límite en la transición más peligrosa.

El Castellón percutió hasta el final: córneres, balones colgados y faltas laterales. Pero esta vez, después de diez victorias seguidas en Castalia, el milagro no apareció.