Es cierto que el Castellón mereció más. Que estrelló dos balones al larguero en los minutos 17 y 26 por mediación de David Isierte y Javi Beivide, respectivamente, y que el árbitro llegó a desquiciar al banquillo albinegro y a medio equipo orellut, pero el duelo de necesitados entre el conjunto de la capital de la Plana y el Kelme B acabó con dos faltas directas en la frontal del área castellonense que no acabaron en gol de puro milagro.

Con todo ello, el partido acabó tal y como empezó (0-0), a pesar del dominio de los muchachos de David Moliner del primer al último minuto del compromiso. Los ilicitanos, que llegaron a pedir la presencia de un delegado federativo, sólo apretaron a balón parado en los compases finales, cuando el Castellón estaba desquiciado y con escasas fuerzas, jugando con diez.

Con el empate sin goles ni castellonenses ni ilicitanos están salvados ahora mismo. A los capitalinos les faltan dos puntos y uno a la escuadra de Elche. Veremos qué sucede la próxima semana: Onda-Castellón y Kelme B-Valencia. El duelo de La Serratella apunta a ser casi dramático.