Al Castellón le ha virado la inercia y no sabe cómo frenarla. Ayer perdió en La Nucía un partido parejo, lastrado por su falta de acierto en las acciones decisivas, y dejó de depender de sí mismo para ser primero de grupo. El 2-0 deja el destino del Castellón en el campeonato en manos ajenas. A falta de dos jornadas los de Escobar son terceros, a un punto de Orihuela y Atlético Levante, la pareja de líderes. Al Orihuela lo recibirá el domingo en Castalia. Aun en caso de victoria, para ser campeón en la última jornada deberá esperar un pinchazo del filial del Levante.

Los albinegros llevan tres jornadas sin ganar. Ayer mostraron síntomas de mejoría, tras el doble batacazo casero de la semana pasada, pero emergió el problema de haber extraviado el margen de error por el camino. Al Castellón le pasa lo de la mosca y la araña, que es de lo peor que te puede pasar en el fútbol. Antes era la araña pero, sin cambiar especialmente nada, sin saber muy bien por qué, lleva unas semanas siendo la mosca que cae en la telaraña, las suficientes para no decir que lo suyo se trata de cuestión de buena o mala suerte.

Contra La Nucía, un equipo forjado para ser campeón y que pelea para ser cuarto, Escobar se blindó de entrada. El tocado Cubillas esperó su turno en el banquillo, y el Castellón barnizó de músculo el once. Enrique sentó a Abraham en el lateral derecho y cuatro mediocentros (Castells, Forner, Rubio y Marenyà) formaron la medular, con Serra revoloteando cerca de Cristian.

La Nucía tuvo más balón en el primer acto, pero el Castellón se las apañó para generar peligro. La primera seria nació en un tiro picudo de Castells, que tapó Mario con apuros y Rubén sacó bajo palos. Los orelluts sujetaron mejor la medular al dejar Rubio la banda a Serra. Por ahí se originó la segunda. Rubio voleó cerca del palo, a la media vuelta, una jugada por la derecha.

La Nucía también tuvo las suyas, pero forzó sin éxito a Zagalá por alto y por bajo, valiente en todo tipo de salidas. La tónica se prolongó en la segunda parte, hasta que llegó la acción del 1-0. Fofo ganó el salto en el segundo palo y cabeceó a la red, en el minuto 57, un centro templado.

El Castellón reaccionó y liberó equipaje. Abraham recuperó su sitio en el campo, y Cubillas e Iván Sales subrayaron el credo atacante. El equipo de Escobar amasó llegadas sin goles. Cristian Herrera prolongó su preocupante sequía: en el minuto 60 Marenyà lo plantó frente a Mario con un pase profundo, pero no tuvo acierto en el mano a mano; y en el 80 recogió una prolongación de Cubillas, pero disparó fuera de zurda.

El final

La Nucía capeó el empuje visitante con los cambios, reforzado con Maiki en el medio, pero no pudo evitar la penúltima. En el minuto 92 Abraham enroscó un centro a la testa de Javi Rubio, esa acción simple pero demoledora que más de un gol ha provocado en todo el año. Esta vez no: el testarazo salió mordido y lamió el palo por fuera. Dos minutos después, el veterano Jandro se inventó el 2-0 de fantasía: envolvió una picada larga a la escuadra contraria, envió al Castellón al diván de la duda, y acercó el play-off a La Nucía.