El actor castellonense Víctor Antolí (Castelló, 4 de abril de 1986) participó ayer en el acto organizado con motivo del Día Internacional Contra el Acoso Escolar. El también coach se encuentra inmerso en su proyecto audiovisual contra el «bullying» titulado «Nada será igual». La segunda parte de este corto, titulada «El pacto», se lanza una campaña con la que se pretende hacer de las redes sociales y el móvil un punto de apoyo para las víctimas.

¿En qué consiste la campaña #YPunto?

Nuestra campaña consiste en que cuando alguien vea un caso de acoso escolar y vea que alguien lo está pasando mal le mandas un punto con el que le dices que la víctima sabe que yo me he dado cuenta de que le pasa algo, y hay una aproximación entre ellos que hace que hablen. Al romper ese silencio, le mandas un punto y sabe que no está solo, y que le puedes ayudar, y a veces te puede sorprender la persona que te manda un punto.

¿De dónde surge su interés por abordar el acoso escolar?

Fue en la escuela de teatro de Castelló que dirigía. En los ejercicios de improvisación los alumnos eran ellos mismos y trabajaban su mochila, con sus experiencias,... y en ese aula salían muchas cosas relacionadas con el acoso escolar. Veía que era algo más común de lo que creíamos. Incluso me decían que en el aula podían ser ellos mismos, pero que en la calle no podían ser ellos. Esto me llamó mucho la atención, me decían que iban con miedo al colegio, que se despertaban con miedo, y dije de hacer un trabajo de fin de curso denunciando esto. Creamos un corto, «Nada será como antes», una web serie, y de ahí lo hicimos mediometraje en formato de 45 y 50 minutos para que se pueda tratar en clase.

¿Su proyecto #YPunto contra el acoso escolar formará parte del plan Previ de la Conselleria de Educación?

Justo la semana pasada estuvimos reunidos con ellos y me estuvieron mostrando los materiales que tienen. Estuvieron valorando el incluir este proyecto y me parece muy buena idea porque se tiene un acceso fácil y rápido, y se pueden descargar todos los dossiers que acompañan los mediometrajes de la primera y segunda parte (Nada será igual y El Pacto).

¿Cree que el plan Previ es efectivo?

Sé que hay voluntad, que informan a los profesores. Yo con este proyecto sí que hago que concerten una cita, vamos a visitarles, ponemos el vídeo, hacemos un coloquio, y es otra forma de llegar a ellos. En el contacto con los chavales me dicen que están cansados de que vaya gente a darles charlas, siempre los mismos,... Creo que a ellos no les gusta mucho que les digan lo que tienen que hacer, entonces, nosotros, desde «Nada será igual», es una herramienta donde ellos pueden verse reflejados en los personajes y otra manera de hacer las cosas.

¿Cuál es el papel de los agentes involucrados en el acoso escolar (padres, madres, maestros, maestras, alumnos y alumnas?

Todos ellos tienen un papel muy importante en la prevención y cuanto más implicados estén con ellos y más se visibilice este problema, en lugar de callarse, y lo hablen más, y más herramientas se utilicen, mejor. Yo siempre digo que el proyecto «Nada será igual» no será el mejor pero sí que, dentro de la segunda parte, hay una campaña que hace que entre ellos se aproximen enviándose un punto de apoyo a través de sus redes sociales. Le damos una vuelta a las redes sociales para que hagan un buen uso de ellas y que no solo haya ciberbullying, acoso de forma anónima, insultos,...

¿Cuándo un comportamiento deja de ser una cosa de niños para pasar a ser un caso de acoso escolar?

Yo creo que cualquier falta de respeto hacia otra personas ya es una pauta a detectar de que es acoso escolar. Hay permisibilidad en lo que son cosas de niños y habría que escuchar al chaval que lo está sufriendo para ver si esa «cosa de niños» le afecta más de lo que le debería afectar.

¿Cómo se debe actuar ante un caso de bullying tanto si eres víctima, como acosador, como espectador?

Lo primero que nos dicen desde el Colegio de Psicólogos es, habladlo, siempre. Tanto si eres el que está haciendo bullying, como si eres la víctima, hay que hablarlo con alguien cercano. Siempre hay puntos de apoyo, alguien al lado que te va a ayudar. Si te lo tragas y no lo cuentas, empiezas a encerrarte más y puede pasar como en la primera parte de la película que intenta quitarse la vida, como hay muchos casos en Castelló que están empezando a visibilizarse ahora. Y el que lo ve y no dice nada es el silencio cómplice.