El concejal de Normalització, Ignasi Garcia, llevará a cabo la semana que viene una última ronda de contactos con los grupos políticos para intentar consensuar la oficialidad de un único topónimo de la ciudad -Castelló-. El objetivo del equipo de gobierno es iniciar en el pleno de este mes el expediente para poner fin a la denominación bilingüe de la capital de la Plana.

Compromís pretendía comenzar este proceso en la sesión plenaria de febrero, pero el PSOE, ante la oposición manifestada por el PP y Ciudadanos, pidió aplazar esta propuesta y propuso un ciclo de conferencias para explicar a la ciudadanía el por qué del topónimo exclusivo en valenciano. Entonces, la alcaldesa, Amparo Marco, apuntó que la oficialidad del nombre debería aprobarse por una mayoría cualificada para que pueda eternizarse en el tiempo.

En estos dos meses se han organizado cuatro actos divulgativos en los que se ha expuesto que la mayoría de municipios de la Comunitat Valenciana y la provincia tienen una única denominación y que la oficialidad de Castelló no impide el uso de la versión de Castellón. En las mismas se ha volcado la Acadèmia Valenciana de la Llengua.

La correlación de fuerzas se mantiene en la corporación municipal, ya que el PP y Ciudadanos han mostrado su oposición a esta medida por activa y por pasiva. El concejal de Normalització hará un último esfuerzo la próxima semana, aunque de entrada se atisba muy complicado que populares y Ciudadanos cambien de opinión, más teniendo en cuenta el trasfondo de Cataluña.

A pesar del desmarque de PP y Ciudadanos, el PSOE ahora tiene la intención de validar el nuevo topónimo de Castelló. Puso como condiciones el ciclo de charla y la ronda de reuniones, dos aspectos que ha materializado sus socios de Compromís.

La aprobación de un nombre oficial solo requiere una mayoría simple del pleno que está asegurada con los votos de los integrantes del Pacte del Grau (PSPV, Compromís y Castelló en Moviment). A partir de este momento se presentará un inform, que se encomendará al catedrático Lluís Gimeno, a la dirección general de Administración Local para que evalúe la propuesta. Esta última también requerirá un dictamen de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.. Tras el acuerdo municipal también habrá un periodo de alegaciones. El proceso acabará con la aprobación por parte del pleno del Consell.

En Castelló los 51 municipios de la zona castellanoparlante tienen una única denominación, mientras 62 de los 84 del ámbito valenciano cuentan con un topónimo normalizado (el 73 % del total) y 13 en bilingüe.