Marcelino García Toral es el quinto ex entrenador del Villarreal que regresa al Estadio de la Cerámica para enfrentarse al que fue su equipo, tras haberlo hecho Manuel Pellegrini, Ernesto Valverde, Joaquín Caparrós y Víctor Muñoz. El técnico asturiano volverá este sábado al campo del anterior club en el que entrenó para dirigir al Valencia en el encuentro de la antepenúltima jornada de Liga frente al Villarreal.

Marcelino dirigió durante casi cuatro años al equipo castellonense y fue destituido en agosto de 2016 en los días previos a la disputa de una eliminatoria previa a la fase de grupos de la Liga de Campeones.

El regreso de Marcelino a La Cerámica viene marcado por la importancia del encuentro para ambos equipos, ya que el Villarreal necesita los puntos para jugar la próxima edición de la Liga Europa y el Valencia está a un punto de clasificarse para la Liga de Campeones, aunque podría lograr su pase antes del encuentro si el Betis no gana en San Mamés al Athletic.

Cabe destacar que los enfrentamientos del Villarreal con sus ex entrenadores ha estado bastante nivelados, pues de las 47 ocasiones en las que se ha registrado, el Villarreal ha ganado en diecisiete, se han producido diez empates y el ex entrenador del equipo se ha impuesto en dieciocho ocasiones. De los cuales veintitrés de ellos han sido en el Estadio de la Cerámica, que se reparten en cuatro victorias de los técnicos, ocho empates y once derrotas.

Pellegrini ha jugado contra el Villarreal al frente del Real Madrid y del Málaga, mientras que Valverde lo ha hecho con el Athletic de Bilbao y el Barcelona, al tiempo que Caparrós, el entrenador que más veces ha jugado contra su ex equipo, lo hizo con el Sevilla, el Deportivo y el Athletic de Bilbao, y Víctor Muñoz con el Zaragoza, Recreativo y Getafe.

Marcelino ya se ha enfrentado una vez ante el Villarreal con el Valencia. Fue en la primera vuelta del actual campeonato y el equipo villarrealense ganó por 0-1 en Mestalla. Los valencianistas llegan al feudo amarillo con ánimos de revancha y con la intención de aguar la fiesta amarilla.