La sede del PSPV-PSOE de Castelló acogió una asamblea abierta sobre los 'Presupuestos alternativos' del Partido Socialista a los presentados en el Congreso por el PP, en la que tomó parte el alcalde de Viladecans y secretario federal de Industria, Comercio y Turismo del PSOE, Carles Ruiz.

Los presupuestos del PSOE prevén un incremento de la inversión de 8.000 millones de euros. Y según Ruiz, se trata de unos presupuestos «realistas» porque «hemos analizado detalladamente todas las partidas y las capacidades del Estado, y tenemos muy claro de dónde sacaremos el dinero», subrayó. «Nosotros proponemos medidas para mejorar la eficacia y la eficiencia de la administración, no rescatando, por ejemplo, autopistas deficitarias u obras y proyectos como las del señor Florentino», prosiguió.

Ruiz añadió que «el Estado tiene que mejorar los concursos a la hora de adjudicar obras y realizar compras, introduciendo conceptos novedosos y muy rentables como la 'compra innovadora', con la que se mejorarán los precios». A modo de ejemplo, citó la subasta de medicamentos realizada por gobiernos autonómicos como el de Andalucía, que «permiten a la administración conseguir los medicamentos que necesita la sociedad a mucho mejor precio».

Los presupuestos alternativos del PSOE también contemplan un nuevo impuesto para quienes tienen más de 150.000 euros.

Y un esfuerzo adicional a la banca, porque «después de que el Estado haya desembolsado 70.000 millones de euros para garantizar la viabilidad del sistema financiero español, no nos parece ningún exceso pedir que la banca contribuya con 1.500 o 2.000 millones de euros para fortalecer el sistema de pensiones los años en los que éste todavía no pueda ser autosuficiente», explicó Ruiz.

Y no lo será, sostuvo, mientras los sueldos sigan siendo muy bajos, «porque como todo el mundo entiende, con sueldos bajos e insuficientes estaremos abocados a pensiones bajas, insuficientes y de muy mala calidad».

Los socialistas proponen unos presupuestos alternativos con los que resulte posible dedicar mayores partidas a capítulos como la Sanidad, la Educación y el Bienestar Social. Unos presupuestos sin trampas, «en los que no ocurra como ahora, que el PP dice que va a destinar una partida millonaria a la reindustrialización de la que al final del ejercicio apenas se acaba ejecutando el 30 por ciento».