El colegio público Penyagolosa de Borriana ha hecho llegar a los padres y madres del alumnado de su centro una nota en la que se defienden de las acusaciones de maltrato a una niña de tres años durante el curso 2012-13.

La circular se ha emitido después de que los padres de la pequeña denunciaran el caso de su hija, de la que dicen fue diagnosticada erróneamente de autismo y permanece sin escolarizar, después de haber pasado varios cursos por aulas especiales, y centros en los que según sus progenitores se la ha marginado y maltratado.

Después del gran revuelo que han supuesto estas acusaciones, el centro ha querido desmarcarse de las declaraciones que lo han puesto en el punto de mira diciendo que el maltrato que se le achaca «es absolutamente falso, que se ha faltado a la verdad y así lo ratifican dos resoluciones judiciales».

Además, en el mismo escrito consideran que el relato de los padres de la menor supone un ataque a la reputación de los profesionales que trabajan en el centro y a la misma entidad, por unas acusaciones de «maltratos y tratos vejatorios a una exalumna del centro».

Según estas denuncias, recogidas en un informe emitido por el Síndic de greuges, durante la estancia de la pequeña en el Penyagolosa, «fue forzada por tres educadoras a diario para darle de comer, hecho que provocó a la niña un trauma emocional y una lesión en la boca».

También critica que la inspectora del área «negó los hechos» y se obligó a la menor a permanecer en el centro, tras lo que se sucedieron toda una serie de tiras y aflojas de los padres con la administración para lograr una plaza para la niña en un centro privado al que no le han permitido asistir y que ha desembocado en la situación de no escolarización de la que se hacía eco Levante de Castelló hace unos días.

Para finalizar, la nota agradece a los padres y madres que siguen confiando en la labor del colegio, y que «han sido críticos con las fuentes que han desarrollado esta campaña de desprestigio».