La marea verde volvió ayer a las calles de Castelló. La Plataforma per l'Ensenyament Públic, integrada por organizaciones de madres y padres, estudiantes y sindicatos de enseñanza, se sumó ayer a las concentraciones convocadas para volver a reclamar la derogación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y la reversión de los recortes en educación, que cifran en 9.000 millones de euros desde el inicio de la crisis. Asimismo, cabe señalar que la protesta se ha convocado tras el fracaso del pacto educativo. Con el lema «No hi ha excuses! Ara, educació pública», las concentraciones de la «marea verde» se sucedieron, no solo en la capital de la Plana, sino también en localidades como Vila-real, la Vall d'Uixó y Vinaròs.

En Castelló, a las 19.00 horas, alrededor de 300 participantes se congregaron en la plaza María Agustina. «No a la Lomce», «Sí al valencià», «Revertir retallades», «No segregació» y «Sí a la pública» fueron algunos de los lemas que se pudieron leer en las pancartas de los participantes.

Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la provincia de Castellón (Fampa Castelló-Penyagolosa), su presidenta Silvia Centelles, mostró el respaldo de la organización -formada por 230 ampas de la provincia- a la convocatoria en la que se pidió la derogación de la ley educativa, el fin de los recortes presupuestarios y el impulso del valenciano, entre otras medidas.

Por su parte, la secretaria general de educación en CC OO de Castelló, Mila García Igual, lamentó que las negociaciones para el Pacto de Estado en materia de educación «hayan fracasado» y criticó que no se haya contado con los sindicatos y con las asociaciones de madres y padres para llevarlo a cabo.

Francesc Tenderó, de la CGT, subrayó el «récord histórico en recorte presupuestario» para educación. Desde Escola Valenciana, su representante, Maria Nebot, puso el acento en las trabas al plurilingüismo por parte del Gobierno central asegurando que el mínimo impuesto del 25 por ciento de materias vehiculares en castellano «no se sostiene con criterios pedagógicos, sino políticos».