Castelló se volcó ayer con la duodécima edición de la Nit de l'Art, una celebración que inundó la ciudad de originalidad y propuestas artísticas de todo tipo de temáticas y aspectos.

Las 53 exposiciones, 11 performances, 12 talleres, 3 instalaciones efímeras, 2 actuaciones itinerantes, cortometrajes, arte multimedia, charlas, tertulias, proyectos solidarios a pie de calle, recitales poéticos, radio en directo, danza, visitas guiadas y, también por segundo año el concurso, el fotografía de Fotocine Lledó y la Nit de l'Art, con una suma total de 108 actividades, llenaron de arte y cultura los rincones y calles de la capital de La Plana.

La solidaridad también tuvo cabida en esta edición. Así, por ejemplo, el artista Toni Bernat Callao destinó los fondos recaudados de su muestra, en la galería Luis Edo, a la fundación donde están sus nietas, para luchar contra las enfermedades raras.

En la galería Cànem se pudo visitar la exposición «Llindars de Memòria», mientras que «Ceràmiques II» sorprendió a aquellos que se acercaron a Pictograma. Lo mismo ocurrió con la muestra «Nit de rupestres», litografías de María Griñó, en la sala Porcar.

La Casa dels Caragols, el Espai d'Art Contemporani (EACC), el Museo de Etnología, el Menador o el Museo de Bellas Artes también registraron una gran afluencia de público con sus variadas muestras.

Los talleres igualmente tuvieron una enorme acogida entre los castellonenses. De esta forma, cabe destacar el éxito del flamenco en la calle o la actividad de Luis Bolumar, realizando una obra pintada in situ.

Para aquellos que quisieron apurar la Nit de l'Art hubo una amplia oferta de conciertos y en distintos puntos de la ciudad, de manera que el ambiente festivo en la calle se prolongó hasta bien entrada la madrugada.

La rondalla Quatre Camins hizo las delicias de los amantes a este tipo de música en la sala Porcar. La plaza Huerto Hogueros acogió una innovadora propuesta de concierto, performance y pintura. En la plaza Escuelas Pías los fans del pop&rock disfrutaron con las versiones de canciones míticas. Otra propuesta que sedujo a los castellonenses fue «Veus atrevides», que se desarrolló en tres escenarios diferentes.

En definitiva, la variada oferta de la Nit de l'Art contentó a los miles de castellonenses que quisieron disfrutar de sus actividades.