Botellones a las puertas de casa, comas etílicos en las fiestas y un acceso cuanto menos fácil a las botellas de alcohol se tenga la edad que se tenga. Pese a las advertencias de los problemas que puede conllevar el consumo y abuso de alcohol entre los adolescentes, el binomio jóvenes y alcohol se sigue perpetuando y, según las estadísticas, cada vez a edades más tempranas. Lo que sí parece que está cambiando es la percepción que la sociedad tiene de este fenómeno: ocho de cada diez valencianos considera que se pone poco celo en la venta de alcohol a menores y nueve de cada diez tampoco comulga con que los menores puedan tomarse una copa «de vez en cuando».

Así se refleja en el último barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) auspiciado por el Ministerio de Sanidad y en el que, además de pulsar la opinión de los ciudadanos sobre el sistema sanitario, se ha preguntado sobre el consumo de alcohol en jóvenes y sobre cómo se está aplicando la ley antitabaco en locales y terrazas.

Según el estudio, el 84,9 % de los valencianos encuestados cree que la sociedad es demasiado permisiva con la venta de alcohol a menores, el porcentaje de respuestas más alto de todas las comunidades autónomas. Solo un 11,5 de los entrevistados cree que las cosas en este sentido se está haciendo bien.

Una copa «de vez en cuando»

Los porcentajes se alejan todavía más cuando se pregunta si los menores pueden tomarse una copa de vez en cuando. Ahí son casi nueve valencianos de cada diez (un 89,6 %) los que se muestran en desacuerdo frente a un 9,6 %. Ambas cifras se alejan bastante de la media española y los valencianos son, de hecho, los que más en desacuerdo están con esa máxima junto a los extremeños. En el extremo contrario navarros, cántabros y catalanes donde las personas en desacuerdo rondan entre el 65,5 % y el 75 %.

Ocho de cada diez tampoco está de acuerdo en no considerar grave que los menores se emborrachen «alguna vez en su vida», aunque aquí la mano se levanta más que en otras regiones: un 13,2 de valencianos encuestados está más bien de acuerdo con que no es tan grave lejos de los 4,3 de asturianos o los 5,3 de murcianos. La solución al problema para los valencianos, debería venir casi mayoritariamente de los responsables educativos y las autoridades competentes, más que de un mayor control de los padres y madres.

Así se refleja en las respuestas autonómicas: tres de cada diez dejan el peso de evitar el consumo a la orientación en los colegios, mientras que otro 30 % pide vigilar y sancionar más la venta ilegal pero solo un 27,4 % de los encuestados (por debajo de la media nacional y lejos del 42,3 % de respuestas en comunidades como Baleares) considera que los padres deben endurecer sus controles.

La respuesta entronca con otra de las preguntas: siete de cada diez valencianos encuestados cree que los menores no consumen alcohol porque lo estén viendo en sus casas. El cómo se percibe en la calle el cumplimiento de la ley antitabaco también ha sido motivo de pregunta en el barómetro de este año. Según el CIS, la valenciana es una de las comunidades donde se percibe que más se está cumpliendo la prohibición sobre todo en lo referente al interior de bares y restaurantes: cinvo de cada diez creen que en esos locales se están «cumpliendo totalmente» la normativa.