Ni el calor veraniego ni el viento del poniente evitaron la celebración del primer Concurso Internacional «Arrocito de Castelló». La competición, convocada por el Patronato Municipal de Turismo, se celebró ayer en el Paseo Buenavista del Grau y contó con la participación de 20 chefs, acompañados por sus respectivos ayudantes de cocina. La jornada comenzó a las 10.00 horas y finalizó a las 16.00 horas con la entrega de premios a los ganadores. El primer premio fueron 1.000 euros, el segundo 500 y el tercero 300. Todos los participantes recibieron un diploma acreditativo.

El concurso tuvo el objetivo de promocionar la ciudad y poner en valor uno de los platos más típicos de su gastronomía, el arroz. Tras el pistoletazo de salida, los 20 cocineros comenzaron a preparar su platos para que, posteriormente, fuesen degustados y valorados por un jurado que contaba con reconocidas Estrellas Michelín y Soles Repsol. Todos los participantes tuvieron que cocinar, a leña, un plato con los mismos ingredientes: aceite de oliva virgen extra, tomates, alcachofas, ajos, sepionet de la punxa, langostinos de Castelló, rape, fumet y arroz. Todo ello, siguiendo la receta del chef Miguel Barrera.

Una vez con la idea en la cabeza y todos los productos en la mano, los cocineros comenzaron la elaboración del plato. Algunos prefirieron comenzar con los langostinos, otros cocinando las alcachofas, otros con el tomate, cada uno de ellos buscando la manera de darle un sabor u otro al plato final y alzarse con el premio. Los participantes pusieron toda la carne -o el arroz- en el asador y, cada uno de ellos, tenía un objetivo particular. «La intención es ganar. El hecho de participar provoca que te hagas una pequeña publicidad, pero vamos a por todas y a dar el máximo», afirmó Vicente, cocinero del restaurante La Cope de Almenara.

La competencia no evitó que el buen rollo entre los cocineros estuviera presente. Entre todos intercambiaron cervezas, opiniones y consejos para que no faltara el buen ambiente en la fiesta. «El arroz es un ingrediente básico. La paella que recuerda la gente no es la del restaurante, es la que se hace en familia. Los familiares se reúnen un fin de semana y lo pasan bien, y a eso he venido yo, a recrear esa esencia», afirmó Andrés, representante de La Sacristía de Castelló.

Mientras el jurado iba degustando unas raciones, el resto de concursantes seguía buscando el toque definitivo. El arroz es un ingrediente clave en la cocina local y potencia el turismo gastronómico de la ciudad. «Aquí en la provincia si no sabes cocinar arroz, no eres nadie. De todos los platos, seguro que ninguno está malo, pero la intención es que el nuestro sea el mejor. Todos tenemos las mismas opciones y un premio así motiva mucho», manifestó Jairo, cocinero de La Avenida 2.0 de Valencia. «El arroz es un producto que te da muchas variantes. Hay muchos participantes, pero la ilusión por ganar no se pierde. Lo más importante es llevarse una buena experiencia», añadió Nicoleta, ayudante de cocina de La Mar Salá de Cullera.

Arroz y vino

Además del jurado, los asistentes al evento también pudieron degustar el arroz a leña con ingredientes autóctonos. El público opinó sobre el producto estrella y disfrutó de una mañana en la que también se ofreció vino para completar la cata. «Venimos, vemos cómo cocinan, lo pasamos bien, animamos a los participantes y después lo probamos. Hay que repetir esta serie de concursos», afirmó uno de los vecinos que se acercaron a la zona. «El arroz con agua no pega mucho. Beber vino da el toque que le falta a la comida», añadió otro de los asistentes. «Lo principal es que el arroz esté bien acompañado. Yo he venido aquí a comer», sentenció una señora que se encontraba degustando los platos.

Finalmente, tras una larga espera, el jurado decidió los ganadores del primer Concurso Internacional «Arrocito de Castelló». Los 1.000 euros llegaron a las manos de Borja Jesús Llidó y Roberto Bonillo, representantes de El Xato Gastrobar de Artana. El segundo premio fue entregado a Fernando Piris y Nicoleta Aurica, cocineros de La Mar Salá de Cullera. Y, por último, el tercer premio cayó en manos de Guillermo Aguilar y Enrique Serrano, participantes de Los Arroces de Guillermo de Argamasilla de Calatrava, en Ciudad Real.

Con esta jornada, Castelló ha puesto en valor un ingrediente propio, el arroz, cocinado con productos de «nuestra» lonja. A su vez, ha potenciado el turismo gastronómico de la ciudad.