El menor homosexual de Castelló que ha narrado a este diario su pesadilla por el acoso escolar que sufrió en el colegio y el insituto declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Castelló contra otro joven por un delito leve de lesiones. Según explicó a Levante de Castelló tras la celebración de la vista, el acusado había argumentando en su defensa que, cuando se dirigió a él diciéndole «maricón», no lo hizo de manera insultante sino que lo que hizo fue una «descripción».

El juicio tuvo lugar tras la denuncia presentada por el joven menor de edad tras sufrir una agresión en el mes de diciembre que, aunque la denuncia por lesiones, él asegura que le pegó porque es homosexual. Durante la vista, y según cuenta el joven, el acusado habría incurrido en algunas contradicciones con respecto a los testigos que había aportado. Además, argumentó que no utilizó la palabra «maricón» para insultar al menor sino que lo hizo como el sentido de calificativo, tal como añadió el joven denunciante.

La comparencencia ante el juez no fue nada fácil para el joven menor de edad ya que tuvo que sentarse a una distancia de dos bancos de la persona que, supuestamente, le agredió a finales de dicembre. «Durante el juicio lloraba porque era como volver a aquella noche y me causa mucho dolor y rabia. Y sigo llorando porque lo sigo arrastrando todo, el acoso y la agresión», apostilla.

Al final de la vista, y según el denunciante, el acusado hizo uso de su turno de palabra para decir que no tienen nada en contra de los homosexuales. «En mi opinión ha dicho eso porque se ha dado cuenta que su argumento de defensa no es válido», dice el joven denunciante. El juicio quedó visto para sentencia.

Tal como informó Levante de Castelló ayer, este joven homosexual de Castelló, con apenas 16 años, ha sufrido acoso escolar en el colegio y en el intituto, y el pasado mes de diciembre sufrió una agresión. Ya en segundo de Primaria empezó a sufrir los insultos y burlas de sus compañeros, y también algunos profesores, según su testimonio. Una circunstancia que le ha desgastado hasta tal punto que él mismo reconoce que hubo momentos en los que no pudo más. «He pensado en varias ocasiones en quitarme la vida, porque me hago el fuerte, pero no lo soy», narra el joven castellonense. Se burlaran de su forma de hablar, de expresarse, de gesticular, de andar. Una circunstancia que le ha pasado factura y que aún hoy no ha superado. «Nunca he estado bien con este tema, siempre lo he pasado mal, he tenido ansiedad y, hablando con mi madre, muchas veces se me han quitado las ganas de vivir», asegura. Contando su historia quiere dar ánimos a quienes estén pasando por lo mismo y, sobre todo, hacer llegar lo mal que se pasa cuando se es víctima del acoso escolar.