En Benicarló se ha desatado una guerra de grafiti. Dos de los murales urbanos realizados por las artistas Eva Cutanda y Andrea Palau en el pasado Camden Bló 2017 -un mercado alternativo-, han aparecido sepultados bajo otros grafitis. Una acción que ha sido recibida con indignación por parte de una gran mayoría, especialmente en las redes sociales, que son las que han canalizado las diferentes opiniones. Son muchos los que han lamentado que los murales se hayan visto malogrados por esta acción grafitera, que muestra un gran «Slick» sobre los murales de ambas artistas, un grafismo que según aseguran, es la firma del grafitero. Sea como fuere, las dos artistas benicarlandas pidieron el pertinente permiso para realizar el mural con ocasión del Camden Bló.

La polémica está servida. Para unos se trata de un acto de vandalismo, para los otros es algo que se ha hecho siempre, y hay quien se lamenta de que haya gente que boicotea la idea de convertir a Benicarló en una ciudad repleta de arte urbano.

Pero no es la primera vez que esto sucede. Con ocasión de otros grafitis realizados en un muro por el colectivo cultural Ateneu Benicarló, ya se vivió la misma situación, porque aparecieron al cabo de unos días cubiertos con otros grafitis que malograron el simbolismo y el mensaje que, en favor de los refugiados, trasladaban los murales. Entonces también se generó debate y controversia, ya que los autores del mural solidario lamentaron la acción, y más teniendo en cuenta el contenido. Por su parte, los grafiteros que actuaron en aquella ocasión realizando la acción afirmaron -siempre en redes sociales-, que lo habían hecho porque ese muro ya había sido ocupado con anterioridad.

Eva Cutanda, una de las dos artistas que firman uno de los murales ahora cubierto por el nuevo grafiti, deja clara su postura respecto al grafiti, «para mí los grafiteros también son artistas» pero lamenta el grafiti en su muro.