Pregunta: Tres años de Pacte del Grau. ¿Esperaba más de él o ha cumplido sus expectativas?

Respuesta: Lo cierto es que esperábamos un cambio más profundo en las formas de gobernar y, sobre todo, en las prioridades del Ayuntamiento. En las formas creo que se hemos avanzado ya que ahora la ciudad ya no está gobernada por "organización criminal", tal y como definió la Guardia Civil al PP valenciano, un partido que en Castelló actúa desde la oposición como perdonavidas, con prepotencia y tremenda irresponsabilidad. 3 años después todavía no han digerido que la ciudadanía les dijera basta ya y los mandara al rincón de pensar. Pero por otro lado, en el fondo es cierto que no se han alcanzado todos los objetivos que planeábamos, en parte por los tiempos administrativos y el secuestro de la soberanía municipal por la Ley Montoro y en parte por la falta de convicción y valentía del gobierno para confrontar con ese 1% de la ciudad que se sigue imponiendo a los intereses del 99% restante: en la Auditoría de la Deuda, en los grandes contratos con empresas de la Gürtel o en la remunicipalización de servicios privatizados, por poner unos ejemplos.

P:¿Cambiaría algo del documento viendo con perspectiva cómo ha evolucionado?

R: El Acord del Grau es un buen pacto de legislatura. Tres años después, y ya conociendo mejor el Ayuntamiento, es verdad que podríamos haber concretado más en medidas de empleo, en activar un nuevo modelo productivo, o en el modelo de ciudad. Ahora nos facilitaría mucho algunas negociaciones para afrontar los retos de la ciudad. Pero para el momento en el que estábamos fué un buen documento además de necesario.

P:Estamos en año preelectoral. ¿Cree que será difícil conjugar el pacto con las discrepancias políticas que seguro saldrán los próximos meses?

R: Esperamos que el Pacto del Grau no quede congelado por miedo a generar discrepancias en año electoral. No podemos supeditar los intereses de la ciudadanía a los intereses de partido. Esa parálisis política no conviene a la ciudadanía. Hay que poner el pie en el acelerador en aquellas medidas relacionadas con el derecho a la vivienda, el empleo y el medio ambiente. Vemos el año que nos queda como una oportunidad que hay que aprovechar. El pluralismo del Pacte de Grau para Castelló en Moviment no es problemático si se trata de encontrar consensos para profundizar en el cambio social. En cambio, si el Pacto se deja en stand by por cuestiones partidistas y electorales la ciudadanía, sabiamente, no lo perdonará.

P:¿En qué ha cambiado la ciudad desde 2015?

R: Creo que es notorio que hay una relación mucho más sana entre representantes y representadas, algo que es fundamental y que estaba muy deteriorado tras 24 años de gobierno del PP. Ahora la ciudadanía sabe que ser amigo del concejal de turno no sirve para atender intereses particulares.Culturalmente la ciudad está más viva, aunque falta superar esa fase de cultura-espectáculo en la que llevamos tres años metidos para empezar a trabajar en un proyecto cultural sólido para la ciudad. Poner en marcha una universidad popular sería un buen inicio.Urbanísticamente (aunque de manera tímida) se van dando pasos hacia otro modelo de ciudad donde la movilidad y la accesibilidad sean el centro de la planificación.También está habiendo cambios importantes en participación y en políticas de igualdad, los efectos de los cuales se verán más a medio plazo.También resaltaría que el presupuesto en políticas de empleo se ha multiplicado por 10.

P:¿Cree que los ciudadanos perciben un cambio?

R: Sinceramente creo que no todo lo que desearían. Existe la tendencia a pensar que el Ayuntamiento sólo se dedica a fiestas, limpieza y arreglar aceras y farolas, cosa del todo necesaria, pero lo cierto es que hay mucho más. Debemos acercar el Ayuntamiento más a la ciudadanía y demostrarles que, como institución de máxima proximidad, puede ser el espacio en el que canalizar propuestas e ideas en muchos ámbitos: cultura, derechos sociales, empleo, vivienda€ En este sentido, haber abierto los presupuestos participativos a propuestas que no sean solo "obras" tiene un valor pedagógico muy importante, pero tenemos que darnos tiempo.

P:¿De verdad se ha rescatado a las personas en estos tres años?

R: La mayoría de las iniciativas de Castelló en Moviment en estos tres años han ido en ese sentido. Hemos conseguido que empiecen a cambiar las prioridades. La gente que tiene transporte público gratuito por estar en paro -en 2018 serán también los que tengan rentas bajas- o las 88 personas en paro de larga duración que trabajaron en Jornals de Vila -que serán 150 este año- sí han tenido una ayuda del ayuntamiento para salir adelante. Sabemos que no es suficiente y tenemos la obligación de ampliar este tipo de medidas. También falta mucho por hacer en vivienda, ahora que estamos viendo crecer una nueva burbuja del alquiler. En ese sentido, las leyes de función social de la vivienda y sobre arrendamientos, que se están paralizando desde el gobierno central, con la ayuda de Ciudadanos, son imprescindibles. Aún así hemos conseguido incluir en los presupuestos de 2018 una importante partida destinada a paliar el problema de la vivienda.

P:¿Hay algo que debería haberse ejecutado y que no va a ver la luz?

R:Con toda rotundidad sí, aunque todavía queda un año. Pensamos que hay 4 ejes donde se debería profundizar más. El primer suspenso está en vivienda. El derecho a la vivienda abrió una brecha en este país con la PAH y los gobiernos del cambio no han tenido un plan claro para afrontarlo. Ese drama social -ahora más concentrado en alquileres que en hipotecas- debe tener unas instituciones dando la batalla para garantizar ese derecho, y esta legislatura -aunque aún tenemos el millón de euros para ampliar el parque público en 2018- no se han sumado grandes éxitos en la ciudad. También tenemos el reto medioambiental. Castelló en Moviment incidimos mucho en este aspecto porque el problema de la contaminación no se afronta con la fuerza que requiere. Hay que introducir en la agenda política la necesidad de cambios profundos en esta materia con inversiones concretas y controles estrictos a las fuentes emisoras. En el tema de la recuperación de la gestión pública de servicios externalizados tampoco se ha avanzado mucho. Recuperar determinados servicios permitiría al Ayuntamiento generar empleo de calidad. Hay una mezcla de impedimentos legales que dificultan los procesos, pero ninguno de ellos insalvable si hay una voluntad política firme de superarlos. Eso sí, requiere un esfuerzo extra que no se hará sin esa voluntad política decidida.Finalmente respecto a la prevención de la corrupción tampoco vemos mucha voluntad política en implantar mecanismos concretos para que no se repita la triste etapa del PP: está pendiente el comité ético, se han expresado reticencias a la propuesta de Oficina Antifraude propuesta por nosotras y se sigue contratando mayoritariamente con las empresas de la Gúrtel sin la fiscalización debida.

P:Si la aritmética vuelve a dar opción, ¿reeditarían el pacto, cambiarían sus principios básicos?

R: Nuestra voluntad, y en eso vamos a trabajar, es que en 2019 formemos parte del gobierno municipal junto a otras fuerzas del cambio. Evidentemente nuestra asamblea valorará estos 4 años y, llegado el caso, analizará los principios básicos de un nuevo pacto. El PSPV muchas veces juega a minimizar los conflictos para aparecer como el Plan B del "statu quo", una estrategia totalmente respetable, pero si queremos cambiar las cosas hay que ir un poco más allá de lo que ellos proponen. Aun así somos conscientes de que nos necesitaremos mutuamente para gobernar esta ciudad en los próximos años.

P:¿Qué opina de la labor de PP y Ciudadanos en la oposición?

R: El PP hace una oposición de acoso y derribo, sin importarles la ciudadanía, poniendo obstáculos a todo aquello que el gobierno está haciendo y que ellos no hicieron o incluso destruyeron en 24 años, en temas de rehabilitación de barrios, en políticas sociales, en vivienda, en políticas de empleo, en participación, en igualdad€ además de intentar transmitir la idea de que todos somos igual de corruptos que ellos, cosa que no es cierta en absoluto. El PP no es oposición, es una bomba de relojería en manos de personas muy irresponsables.En cuanto al Ciudadanos ha intentado funcionar como un partido camaleón, adaptando su voto en el pleno a golpe de sondeo y utilizando la abstención como herramienta básica para ocultar sus carencias. Más allá del discurso aprendido de sus jefes de Madrid, han demostrado un gran desconocimiento de la realidad de Castelló. Eso les lleva a ponerse de perfil en cualquier tema espinoso, pero el tiempo les ha quitado la careta y se ha demostrado que es como el PP pero sin olor a incienso. Incluso en la regeneración democrática se ha mostrado titubeante e inseguro, algo que lamentamos ya que llegamos a pensar que en cuestiones relacionadas con la lucha contra la corrupción podríamos entendernos.

P:¿Cómo ha tratado el Consell a la ciudad?

R: En términos generales creo que la gente de Castelló aprecia que el Consell invierte más en educación y dependencia que el Partido Popular, y que el gobierno central sigue concentrando sus gastos en el AVE e infraestructuras innecesarias dando la espalda a proyectos fundamentales para Castelló. Al mismo tiempo, existe una reivindicación transversal contra la infrafinanciación a la que nos somete el gobierno de Rajoy. Una denuncia que comparten sindicatos, partidos y empresarios. A esto se suma que el PP y Ciudadanos impiden la actividad parlamentaria bloqueando leyes que mejorarían la vida de los y las castellonenses. Por otro lado, además de la cuestión cuantitativa está la cualitativa. A Castelló en Moviment nos preocupa tanto a qué se destinan las inversiones presupuestarias como cuánto se invierte, porque hacer una valoración únicamente cuantitativa es bastante tramposo. Si el dinero acaba en manos de 2 o 3 grandes empresas en proyectos innecesarios que no mejoran la vida de la gente, de qué nos serviría?