como cada miércoles después de las comuniones, Jérica celebró su ancestral feria de la Vallada. La plaza de la Libertad acogió esta tradición en la que no faltaron las paradas en las que poder disfrutar pequeños y mayores. Tras la salida del colegio, la feria se convirtió en punto de encuentro para niños y grandes donde pudieron comprar juguetes, dulces y marroquinería.