Esa reforma que se pretendía llevar a cabo en la Segunda B y Tercera División del fútbol español de cara a la temporada 2019-20 y que fue aprobada en San Sebastián hace dos semanas por la Comisión Gestora de la RFEF, dentro del VI Congreso del Fútbol aficionado, ha quedado desactivada con la elección del nuevo presidente de la patronal del fútbol español: Luis Rubiales.

Levantó mucha polvareda y fue calificada de polémica esa de reestructuración de la Segunda División B y la Tercera. Con ella, se dividía la división de bronce en dos categorías, una Serie A con un grupo y una serie B con tres; y repetía la operación con la Tercera, con una Seria A o Serie 1, con seis grupos, y una serie B con los 18 actuales equipos.

Ganó Luis Rubiales las presidencias a la RFEF y las primeras decisiones de Rubiales no permiten prever reformas de mucho calado a nivel de reestructuraciones de las categorías, y sí el sustituir a diferentes cargos de la cúpula principal del fútbol español. Y es que al nuevo máximo responsable del fútbol español no le gusta por venir de donde viene (ex de la Asociación de Futbolistas Españoles, AFE) y hasta hace poco en Proliga, representante de la mayor parte de los clubes afectados. No hay consenso y trabajan para presentarle a Rubiales una reforma más meditada.