El Partido Popular recuperará el doble topónimo de Castelló/Castelló si alcanza la alcaldía en las elecciones municipales de 2019 porque "no hay un clamor social" que abogue por la opción monolingüe y la variante en castellano se utiliza desde hace 450 años. Así lo ha avanzado la portavoz popular, Begoña Carrasco, en una rueda de prensa acompañada por los ediles Carlos Feliu, Salomé Pradas, Juan José Pérez Macián, Vicent Sales y Vicente Guillamón. El presidente de la diputación, Javier Moliner, ha excusado su asistencia en cuestiones de agenda, y María España por asuntos laborales.

Feliu ha presentado una serie de argumentos para contrarrestar la defensa de la opción monolingüe del equipo de gobierno, la AVL y los expertos participantes en un ciclo de conferencias. "Castelló existe desde 1982, la cuestión es por qué hay que derogar Castellón cuando se utliza desde hace 450 años", se ha preguntado Feliu, que ha acusado al ejecutivo local de mentir cuando afirma que el reglamento de normalización de 1991 aboga por el nombre único de Castelló y que la palabra de Castellón se introdujo en el decreto de Nueva Planta del siglo XVIII. En el primer caso, ha asegurado que recomienda la utilización de la vertiente en valenciano sin eliminar la palabra en castellano, mientras en el segundo ha afirmado que Castelló empezó a usarse con los Austrias, en el siglo XVII, época, ha recordado en el que la nobleza local se castellanizó.

También ha señalado que la ONU también avala el uso del doble topónimo en territorios con varias lenguas oficiales. Para ello ha puesto los ejemplos de otras capitales de Europa como Helsinki o Dublín. Ha afirmado que no se puede comparar el caso de Castelló con London/Londres porque en la Comunitat hay dos idiomas oficiales.

El edil Vicent Sales ha añadido que la provincia abarca zonas castellano/parlante y valenciano/parlante y ha apuntado que a los habitantes de las primeras comarcas se les convertiría "en extraños en su tierra".

Sobre los casos de los municipios Almassora y l'Alcora, donde el PP aceptó el nombre solo en valenciano, Feliu ha indicado que en el primer caso solo había una diferencia con una letra.

Begoña Carrasco lamenta que el Pacte del Grau impulse la normalización del topónimo "sin consenso" y sin preguntar "a los vecinos". La portavoz popular ha añadido que las conferencias han tenido un coste de 6.000 euros al erario público y que eran "innecesarias".