El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, Rafael Ballester, se mostró ayer partidario de una política «más responsable» a la hora de gestionar la oferta de las plazas educativas sanitarias. Ballester hizo esta valoración en la visita de la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y el rector en funciones, Vicent Climent, a la Facultad de Ciencias de la Salud, al ser preguntado por la proliferación de las facultades privadas de medicina y la no ampliación de las plazas MIR, circunstancia que, en su opinión, crea un «problema» y puede desembocar en el aumento del paro entre los profesionales médicos.

«Tenemos un problema importante y creo que es un problema de previsión y coordinación de las políticas sanitarias educativas. Hay una gran proliferación estos años, yo creo que irresponsable, de facultades nuevas de medicina, sobre todo en el ámbito privado, sin contar con las necesidades de médicos y las plazas que tenemos de MIR», argumentó el decano.

Además, Ballester detalló que, precisamente este año, la ratio de solicitantes para los exámenes MIR para poder ejercer como médicos ha pasado de uno a dos, es decir, se presentan dos médicos por cada plaza, «y eso nunca había pasado». «Esto supone angustia para los estudiantes y también saturación de los servicios sanitarios porque no hay plazas para hacer las prácticas, y puede ser que tengamos también un problema de mercado laboral», apuntaba Ballester. A este respecto, el decano de Ciencias de la Salud añadía que Medicina «ha sido un ámbito en el que no ha habido paro hasta hace poco, pero puede pasar, como enfermería, que empiece a haber paro. Nosotros hemos denunciado eso, pero es verdad que sigue proliferando y, cada año, hay una o dos facultades de medicina nuevas que empiezan. Pienso que se tendría que hacer una política más responsable a este respecto», concluyó.

Por otra parte, Climent y Marco reivindicaron, una vez más, la financiación necesaria para acabar la facultad, que se encuentra al 60 % de ejecución. Marcó pidió a la Generalitat «el dinero necesario para acabar las obras de la facultad, así como que las universidades públicas tengan un marco de financiación estable, para dar viabilidad a la formación».