El pleno del Ayuntamiento de Castelló ha aprobado este jueves la propuesta del equipo de gobierno para cambiar la denominación oficial del municipio por su forma exclusivamente en valenciano, de tal forma que pasará a ser Castelló. Este acuerdo se ha aprobado con los votos a favor de PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, y en contra de PP y Ciudadanos.

Así mismo, se ha dado el visto bueno a la propuesta relativa a la modificación de la inscripción en el Registro de Entidades Locales de la Comunitat Valenciana del Distrito Marítimo de la ciudad en su forma correcta y exclusivamente en valenciano, el Grau de Castelló.

El debate plenario --al que no ha asistido la alcaldesa, Amparo Marco, por motivos personales-- ha arrancado con la intervención del portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, quien ha señalado que, mientras el Pacto del Grau ha tratado de explicar con argumentos científicos e históricos el cambio de la denominación de la ciudad, PP y Ciudadanos han "atacado a sus contrarios".

Ha subrayado que el nombre oficial de la ciudad no significa "obligar a nadie a hablar de ninguna manera", mientras los 'populares', se han dedicado a "avivar fantasmas" para ver "quién saca más provecho de quién es más español". Del Señor ha pedido así escuchar a los expertos y proteger la lengua.

En la misma línea, el concejal de Compromís Enric Porcar ha subrayado que la propuesta "no va en contra de nadie ni de ninguna lengua", y que la misma se basa en un dictamen jurídico e informe técnico. "Hemos explicado las sólidas bases en que se sustenta la propuesta, con un manifiesto firmado por cuatro grandes expertos como Germà Colon, Vicent Pitarch, Vicent García Edo y Antonio Gascó", ha argumentado.

"No supondrá imposición"

Porcar se ha preguntado por qué el PP ahora se muestra en contra de la normalización del nombre de la ciudad si cuando presidían la Generalitat se aprobó que la Comunitat se denominara solo en valenciano. En su opinión, "parece que está de moda estar en contra de todo lo que sea valenciano", y se ha preguntado si esto es porque el PP ahora no gobierna. Ha insisitido que el cambio de nombre "no supondrá ninguna imposición y no se obligará a nadie a nada ni se prohibirá nada".

El representante de Ciudadanos, Vicente Vidal, ha advertido que esta propuesta "trata de eliminar el castellano, y esa es su verdadera intención", ya que "no se puede recuperar lo que no se ha perdido, pero sí arrebatar la posibilidad de usar indistintamente Castelló o Castellón".

Así, ha criticado que el equipo de gobierno, "con su falacia de recuperar lo que ya existe, ha generado un clima de crispación en la sociedad castellonense, y cuando otros grupos mostramos nuestra oposición nos acusan de crear polémica". "Mi partido ha llegado a instituciones para no dejar que el nacionalismo campe a sus anchas y que los ciudadanos puedan utilizar la lengua que quieran", ha añadido. Al respecto, ha acusado al bipartito de querer eliminar el castellano "de todos los rincones de la ciudad".

El socialista Rafa Simó ha apuntado que la aprobación del topónimo oficial no impedirá que cualquier ciudadano pueda seguir denominando la ciudad como Castellón, y ha acusado a la derecha de hacer un "uso partidista y demagógico" de la propuesta de cambio de nombre. Además, ha explicado que hay razones históricas y lingüísticas "incuestionables" para el cambio, y que la doble denominación "es una anomalía administrativa que hay que reparar".

Simó ha pedido al PP que deje de pensar en clave electoral y de crear polémicas, pues "en otros lugares procesos similares no han tenido ningún problema".

"Quieren arrancar un trozo de nuestra historia"

El concejal del PP Carlos Feliu ha manifestado durante su intervención que "el debate no es si es Castelló o no, porque ya lo sabemos, sino por qué hay que quitar Castellón". Según ha dicho, "el nombre es Castelló y Castellón desde 1982, y no hay nada que recuperar". "Lo que quieren es eliminar la doble denominación de la ciudad, es decir arrancar un trozo de nuestra historia", ha enfatizado.

La portavoz de los 'populares', Begoña Carrasco, ha dicho que "la grandeza de la ciudad es poder elegir la lengua que se quiera utilizar, sin imposiciones ni coacciones, y nuestra ciudad ha sido un ejemplo de bilingüismo hasta que han llegado ustedes". Según ha indicado, el debate de hoy es "por qué quieren eliminar del topónimo la denominación en castellano". "Los del falso progresismo son los intolerantes, pues para nosotros ambas denominaciones con buenas", ha añadido.

El nombre, "un tesoro y no un arma"

En representación del equipo de gobierno, Ignasi García, ha explicado que el nombre de la ciudad "es un tesoro que debería tratarse como parte de nuestro patrimonio y no como un arma que manipular", y ha argumentado que han contado con la voz científica y académica para proponer el cambio de nombre. "Algunos no quieren la recuperación porque el problema no es el topónimo, sino que algunos no gobiernan", ha apuntado en referencia a la derecha.

Finalmente, ha señalado que el discurso de PP y Ciudadanos "no se aguanta", y se ha referido a los "radicalismos, sectarimos e incoherencia de la 'popular', a la que ha acusado de estar en el "camino del engaño, la crispación y la calumnia".