Media hora tardó el domingo Cristian Herrera en marcar los mismos goles que en los dos meses anteriores. El triplete goleador del atacante albinegro permitió pasar a segunda ronda y recuperar de paso a un futbolista capital en los anhelos de ascenso del CD Castellón, que el domingo recibirá al Sant Andreu (17.30 horas) en la ida de semifinales.

Cristian Herrera, pichichi del grupo con el Alzira durante la primera vuelta, llegó al Castellón en el tramo final del mercado de invierno. Fue un fichaje largamente perseguido y su impacto en el equipo fue súbito y bueno. El gol del empate en el feudo del campeón Atlético Levante, el 1-1 que enfilaba a los de Escobar hacia el liderato, supuso un punto y aparte en su rendimiento goleador. Eso fue el 10 de marzo. Desde ahí hasta el final de Liga, diez partidos, solo marcó dos goles. Uno al Silla en Castalia en el tiempo de descuento, que abrochó el triunfo por 3-1, y otro en la última jornada de regreso a Alzira, en la plácida victoria visitante (0-3). Tampoco marcó en la ida en Tropezón de Tanos y en la vuelta en Castalia, contra pronóstico, fue suplente. Saltó al césped a la hora de juego, perdió un balón tonto que se convirtió en el empate, pero reaccionó con el mazo justo cuando se agotaba el margen de error. Cristian resucitó. Hizo el 2-1 a pase de Serra y reservó lo mejor para la prolongación. En el 91 sentenció la eliminatoria tras un pelotazo largo de Dealbert y en el 94 bajó el telón tras una jugada individual de Nuha. Triplete, balón y vuelta al ruedo.

Pero hace nada, las cosas eran distintas en la cabeza del punta. En el minuto 71 del penúltimo partido de Liga, con el Castellón ganando al Orihuela, el delegado mostró en la tablilla el dorsal de Cristian Herrera. En ese momento, Cristian llevaba seis partidos sin marcar y solo había metido un gol en las últimas nueve jornadas. En aquel partido clave, además, había fallado dos ocasiones claras: al filo del descanso un mano a mano que le sacó el portero y al poco de comenzar el segundo tiempo un remate a puerta vacía que se marchó fuera. En ese minuto 71 y en ese contexto, Castalia, antaño estadio caníbal, mostró su cara comprensiva y despidió al gerundense con una significativa ovación.

Paciencia

Recuperar a Cristian Herrera ha sido una de las prioridades de las últimas semanas. El jugador mostró síntomas de ansiedad de cara a puerta en algunos partidos. Incluso se le vio pugnar por chutar un par de penalties que finalmente transformó Javi Rubio. Las declaraciones de Sergi Escobar, semana tras semana, hablaban de la importancia del futbolista y del afán de recuperarlo. El club y la afición han mostrado la paciencia necesaria, y el propio Cristian agradeció tras el partido con el Tropezón «el cariño recibido». Lo devolvió con creces.

El triplete de Cristian acentuó el valor de la aportación del banquillo. Ya en la ida un suplente, Iván Sales, anotó el gol del Castellón en Tanos. Es una situación poco habitual. En todas las promociones disputadas en Tercera solo existía un precedente de un futbolista orellut marcando tras salir desde el banquillo: Antonio en Gavà en 2016.