La 'Fira de l'Oli' de Canet Lo Roig abrió ayer sus puertas y la población se convierte este fin de semana en el mejor escaparate de los productos agroalimentarios de la zona. Cercana a cumplir la mayoría de edad, la muestra se ha consolidado como un referente en la provincia. «Hemos llegado a la 17 edición y es todo un logro, porque hemos sabido reinventarnos y capear los años de crisis», señaló la alcaldesa, María Ángeles Pallarés, a la vez que aprovechó para agradecer a todos los que han hecho posible que la 'Fira de l'Oli' sea una realidad año tras año y tenga continuidad.

El alcalde de Xert, Rosendo Segarra, fue el encargado de inaugurar la feria, dando muestras de los lazos de amistad, hermandad y colaboración que unen a los dos municipios.

Si bien la muestra pivota sobre tres ejes principales (gastronomía, alimentación y cultura), la organización también ha sabido conjugar tradición e innovación en un mismo espacio. Así, a la artesanía, las danzas populares o la ruta por los olivos milenarios se unen la tecnología con un stand donde se ofrecía la experiencia de ver a través de unas gafas de realidad virtual.