El Club Portugalete, segundo clasificado del grupo IV de Tercera División, será el último escollo del CD Castellón en la lucha por el ascenso. Ciento ochenta minutos para decidir si la escuadra castellonense militará la próxima temporada en Segunda División B o seguirá en la cuarta división del fútbol español, lo que sería un fracaso para la entidad teniendo en cuenta que el equipo estaba hecho para subir y que la situación extradeportiva acompañaba. Lo bueno de todo es que el encuentro de vuelta será en el Estadio Castalia (fin de semana del 23-24 de junio), mientras que la ida tendrá lugar en La Florida este.
El Club Portugalete es un clásico del fútbol vasco, concretamente de la provincia de Vizcaya. No juega en Segunda B desde el curso 2015-16, que fue cuando descendió a Tercera. Es un buen equipo, muy sólido en su campo, donde ha disputado 21 encuentros esta temporada, con 13 triunfos, siete empates y una única derrota. Fue el 16 de septiembre frente al Balmaseda por 1-2. Eso sí, es mucho más vulnerable cuando actúa como visitante ya que sus 21 encuentros disputados los saldó con diez triunfos, tres empates y hasta ocho derrotas.
Un rival experimentado
El equipo que entrena Carlos Docando, que tiene una media de edad de 27,6 años, eliminó en la primera ronda al Llanes asturiano tras empatar fuera (0-0) y golear en La Florida (3-0). Y en la segunda superó al Plasencia tras vencer en tierras extremeñas (1-2) y empatar como local (1-1). Experiencia no le falta a este equipo, que cuenta con el central Jon Moya como su futbolista más veterano con 35 años, seguido por el mediapunta Ángel Gándara Txopi, con 33.
El campo La Florida tiene capacidad para 5.000 aficionados, es de césped natural y tiene unas medidas de 103 de largo por 64 de ancho, dimensiones algo inferiores al del Estadio Castalia. La media de espectadores en el presente curso liguero ha sido de poco más de dos mil y en contadas ocasiones la cifra ha sido superior.
El mediapunta burgalés Gabri Ortega, con 17 goles, es el máximo realizador del Club Portugalete, seguido por el barakaldés Cristian Bonilla, con 12. Y en cuanto al juego, es un clásico del 4-4-2, con gente con mucho oficio. Cuenta con dos defensas que anotan muchos goles como es el caso de Nacho Neira y de Jorge Bengoetxea, aunque este suele ser reubicado al centro del campo en determinados partidos.
