En solo tres días, la petición para que la Conselleria de Educación haga un examen del «mitjà» de valenciano acorde con el nivel C1 ya tiene más de doce mil firmas. La iniciativa, surgida ante la polémica suscitada por el primer examen de la nueva Junta Qualificadora de Coneiximents en Valencià (JQCV), muestra una «absoluta disconformidad» con la prueba del examen de valenciano del nivel C1 que se hizo el pasado sábado 9 de junio, por lo que se solicita la revisión del mismo «al considerar que no se adecua al nivel exigido del conocimiento de la lengua».

Los afectados, entre los que hay castellonenses que hicieron las pruebas tanto en València como en Castelló, argumentan que las dos primeras partes del examen «no se corresponden al nivel C1 puesto que el contenido es demasiado técnico y complejo». «La primera parte, consistía en la introducción de siete párrafos en un texto con cinco espacios y dos de ellos no tenían cabida», aseguran.

Según explican, el texto «fue recortado, es decir, era una versión del original» y «encontrar la coherencia que pudiera unir los párrafos del texto con los huecos del mismo, fue una tarea imposible». «Incluso personas especializadas en la materia no fueron capaces de sustraer el contenido ni en castellano» añaden. Además, hacen hincapié en que de la superación de esta prueba, dependía la corrección del resto por lo que reiteran que fue una prueba «injusta».

En relación con la organización, manifestan «la falta de preparación y previsión del profesorado encargado de realizar la prueba», tal como venía informando este diario de acuerdo a testimonios de dos castellonenses afectados. «Si ustedes abogan por el impulso de la lengua efectuando este tipo de exámenes y eliminando una convocatoria al mismo precio, es el camino hacia la incongruencia», finaliza el texto de la recogida de firmas en el canal change.org.

Cabe recordar que obtener o no el «mitjà» determina el futuro profesional de muchos de quienes se presentan a estas pruebas ya que, actualmente, la obtención de determinados másteres, algunas oposiciones o dedicarse a la docencia pública requiere la obtención del C1 en valenciano. Tanto es así que castellonenses afectados por el nuevo examen de la JQCV que tuvo lugar el pasado sábado muestran su «hastío» ante la «dificultad» para obtener el título.

Según explican, el examen fue «complejo», «demasiado específico» y «con contenidos de un nivel superior», según se denuncia desde el grupo creado para impugnar la prueba. Los afectados están redactando una reclamación para presentarla conjuntamente con el objetivo de que se suspenda la prueba, además de las reclamaciones individuales que ayer mismo se empezaron a formalizar, según miembros que se han adherido al grupo de la red social.

En algunas de estas reclamaciones se ponen ejemplos concretos del vocabulario que se empleó en la prueba. Así, está el caso de las palabras feixos/feixes, al·lòctons, acomodatícies/subreptícies/adventícies y antropomòrfics, entre otros.

En líneas generales, señalan que se utilizó un lenguaje muy específico que correspondería a un C2 y no C1; que los profesores y profesoras que controlaban el examen dieron directrices contrarias sobre el sistema de puntuación; que el modelo de examen no correspondía con los que se habían facilitado previamente; y que en los enunciados de las preguntas había faltas de ortografía. Desde la Conselleria de Educación dicen que atenderán las reclamaciones.