Es el último partido de la temporada tanto para el Atzeneta como para el Vall de Uxó, y cuando acabe el encuentro uno llorará de alegría porque habrá logrado el sueño del ascenso a Tercera División, y el otro derramará lágrimas de tristeza porque ese sueño se habrá esfumado. El conjunto vallero de Poldi Sorribes está a noventa minutos de lograr el ascenso a una categoría en la que no milita desde hace veinticuatro años.

En el duelo de ida, en el José Mangriñán, hubo mucho respeto en el arranque y dominio de la UD en la segunda parte, pero al final el marcador no se alteró. El 0-0 no acaba de ser un mal resultado porque esta tarde cualquier gol en el campo de El Regit tendrá un valor incalculable para la escuadra de la Plana Baixa.

La temporada 1993-94 fue la última en la que el Vall de Uxó militó en Tercera División. Han pasado casi dos décadas y media, y más cerca que lo está hoy el equipo de regresar a la cuarta división del fútbol español nunca lo estuvo. Así es que toca confiar en un equipo como el vallero que en su última salida al campo del Villajoyosa ya consiguió la victoria.

Quinientos aficionados de La Vall estarán presentes en El Regit. Estarán en minoría, pero se dejarán notar igual o aún más que la afición taronja del Atzeneta. Para esta cita el Vall de Uxó cuenta con la única baja del mediapunta Darío Gallego, aunque regresa para esta cita el delantero Héctor Peña. Por su parte, el conjunto de La Vall d'Albaida cuenta con todos sus efectivos para intentar superar al conjunto de la Plana baixa.

Ximo Guzmán, presidente del Vall de Uxó, aseguró que «nos vamos a dejar la piel en el empeño» de ascender a Tercera División, y agradeció el respaldo de todo el pueblo de La Vall en estos dos últimos partidos en casa conde se congregaron casi cuatro mil aficionados por encuentro.

«El reflejo de las gradas ha sido esa motivación que nos lleva a que estos 90 minutos los vamos a afrontar con toda la ilusión y todas las ganas del mundo». Habló el presidente vallero de que «el sueño de todos los que componemos la UD ha sido trasladado al sueño de un pueblo, de una gran afición. Y el pueblo ha sabido respaldar al equipo de manera multitudinaria». A nivel personal dijo tener «sensaciones muy positivas» porque confía en su equipo.