El Estadio Castalia tiene la clave para acoger la fiesta del ascenso a Segunda División B. Pocos equipos han logrado ganar en el feudo castellonenses esta temporada. De hecho, solo lo hicieron dos equipos a lo largo de todo el curso liguero: Almazora y Atlético Levante. Muchas victorias y algún que otro empate cosechados por la escuadra albinegra, de ahí que de los veintidós partidos que ha disputado esta campaña en el feudo castellonense, los resultados obtenidos en diecisiete de ellos le servirían para conseguir el ansiado objetivo del ascenso, dos de ellos le dejarían sin opciones de cambiar de categoría, mientras que tres marcadores le condenarían a tener que afrontar la prórroga contra el Club Portugalete en un nuevo y agónico final de campaña.

El empate a un gol conseguido sobre la bocina en La Florida, con el tanto de penalti de Cristian Herrera en el minuto 93, le dio mucha vida a la escuadra de la capital de la Plana el pasado domingo. Ahora los futbolistas castellonenses dependen de sí mismos y obligan a al conjunto portugalujo a tener que marcar como mínimo un gol, bien para forzar la prórroga o bien para lograr el ascenso directo en caso de ganar por 0-1. Por tal motivo la concentración defensiva tendrá que ser máxima para evitar que el tanto de rival pueda llegar durante el encuentro.

A todo ello, cabe destacar que el Club Portugalete como visitante no es tan fiero como en La Florida, donde no pierde desde el mes de septiembre pasado. En los encuentros a domicilio perdió en ocho de sus veintiuna salidas de la presente campaña, mientras que empató en tres ocasiones y consiguió diez triunfos como visitante.

En esta fase de ascenso empató en la primera eliminatoria en el campo del Llanes (0-0), mientras que en su último viaje, que fue en el campo del Plasencia, los jugadores que dirige de Carlos Docando lograron ganar por un marcador final de 1-2 que les dio el pase a la última eliminatoria.