El Castellón regresó ayer a los entrenamientos con la mirada puesta en el trascendental partido del domingo contra el Club Portugalete en el estadio Castalia (20.45 horas). El equipo de Sergi Escobar se ejercitó en el escenario de la calle Huesca. La plantilla albinegra reanudó el trabajo después de dos días de descanso, tras el largo desplazamiento a tierras vascas. El conjunto de la capital de la Plana estuvo animado desde la grada por un grupos de jóvenes estudiantes que después de la sesión se fotografiaron con los futbolistas.

Con media hora de retraso sobre el horario programado, arrancó la sesión de entrenamiento donde la nota positiva ha estado la presencia del lateral izquierdo Kike Ferreres, que se calzó las botas y realizó parte de la sesión de entrenamiento. Cabe recordar que se lesionó en el partido de hace tres semanas en Castalia contra el Sant Andreu y se ha perdido los dos últimos partidos. También se dejó ver, pero no se ejercitó, el delantero hispano-brasileño William Domingues, lesionado de larga duración.

Trabajaron a las órdenes de Escobar los chavales del filial Nahum Pedre (portero), Sergi Quixal (lateral izquierdo) y Jordi Pitarch (centrocampista).