El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido este jueves la necesidad de reforzar las relaciones entre Japón y la Comunitat para compartir sinergias en "el aterrizaje valenciano en la nueva economía".

Puig ha participado en el coloquio 'Conversaciones con buena química' con motivo del 50 aniversario de la planta de caprolactama de Ube en Castelló, una empresa a la que ha agradecido su papel como "aliada" de la Comunitat durante la misión comercial del Gobierno valenciano en el país nipón, informa la Generalitat en un comunicado.

En el acto, al que también ha asistido el conseller de Economía, Rafa Climent, el jefe del Consell ha recordado que, a finales de los años 80, la Generalitat tomó a Japón como referencia para el desarrollo de la región, e incluso llegó a abrir una primera oficina comercial en la ciudad de Tokio.

"Ahora, cuando estamos impulsando un segundo gran salto cualitativo de la industria valenciana, volvemos a mirar a Japón", ha aseverado, y ha puesto como ejemplo que "hoy, la industria química valenciana representa el 11,5% del empleo generado por el sector en España y supone el 12,2% de la exportación química española, mientras que hace 25 años apenas representaba el 3,7%".

Bajo este prisma, ha resaltado la ampliación de las exportaciones valencianas y la consiguiente penetración en nuevos mercados, así como la inversión en activos intangibles basados en el conocimiento o las sinergias creadas entre los centros de innovación, la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló o los institutos tecnológicos como el Ainia.

En el caso de Castelló, Puig ha señalado que esta relación ha hecho que la ciudad se refuerce como "uno de los grandes polos de la industria química valenciana y española". Ha ofrecido así la castellonense la "estrecha colaboración" de la Agencia Valenciana de Innovación, al tiempo que ha emplazado a aprovechar la celebración del foro de encuentro que organiza la Fundación Consejo España-Japón en 2019 en Castelló.

Confianza a medio y largo plazo

Por otro lado, en materia de gestión, ha defendido el valor del diálogo y la cogestión de las políticas públicas para aumentar su impacto, para lo que ha abogado por el impulso de mesas sectoriales y de diálogo social con mecanismos de participación privada. El objetivo, que el modelo económico "no dependa de ningún gobierno ni de ciclos electorales" y, de este modo, ayudar a generar "oportunidades y confianza a medio y largo plazo".

Entre los retos de futuro, el 'president' ha apuntado la necesidad de impulsar como prioridad la investigación ligada a la productividad, conectar conocimiento y empresa y aumentar la implicación regional y la descentralización en las políticas económicas.