El encaje de bolillos y la ingeniería contable que ha tenido que aplicar el Ayuntamiento de Vila-real ante los incumplimientos del anterior Plan Económico Financiero y de la Ley de Estabilidad ha concluido con un nuevo plan que destina los remanentes del ejercicio 2017 a gasto corriente de las diversas concejalías y al capítulo VI del presupuesto municipal, dedicado a inversiones.

Así lo desgranó ayer el alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien informó del detalle del nuevo Plan Económico Financiero que aprobará el próximo martes el pleno, reunido en sesión ordinaria. La aprobación de este plan se torna fundamental para que el Ministerio de Hacienda no intervenga las cuentas municipales, riesgo más que evidente ante el pago súbito de 4,3 millones en sentencias urbanísticas de la época de la burbuja inmobiliaria, según ha apuntado en diversas ocasiones el propio alcalde de Vila-real.

De esta manera, la justificación de nuevas fuentes de ingresos y el compromiso de rigidez económica reflejada en el plan da margen al consistorio para gestionar este ejercicio, aunque un nuevo incumplimiento podría poner al consistorio bajo intervención de Hacienda.

Al respecto, el primer edil informó ayer en una rueda de prensa que por un lado, de los 1,9 millones de remanentes de 2017, se van a destinar 800.000 euros a para «completar servicios de las concejalías, llevándolo a gasto corriente», según apuntó Benlloch. El resto, 1,1 millones, «se utilizarán para minimizar el impacto de los empastres urbanísticos del PP, negociando con propietarios y haciendo frente a deudas», indicó. El planteamiento que hace el consistorio frente a los propietarios, a quienes la justicia ha ratificado su derecho a cobro, consiste en negociar calendarios de amortización y minimizar el pago de intereses generados.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Vila-real contempla en el Plan Económico Financiero un incremento de los ingresos, procedente de una mayor eficacia en la recaudación ejecutiva de impuestos. El primer edil ya informó en su día que a través de los programas autonómicos de empleo se iba a reforzar el servicio de recaudación municipal. Con ello, los planes del consistorio se basan en aumentar la eficacia de la recaudación a grandes contribuyentes en fase ejecutiva, con la incorporación a las cuentas municipales de, aproximadamente, un millón de euros más.

El alcalde indicó, además, que tras la reordenación del sector inmobiliario y bancario tras la crisis económica se puede hacer frente a la exigencia de estas deudas dado que existen ya interlocutores de las constructoras y las entidades financieras tras el proceso de reestructuración.

Ley de Estabilidad

Tras incumplir el primer plan financiero y en situación complicada por las sentencias urbanísticas, el Ayuntamiento de Vila-real consiguió en el primer trimestre de 2018 cumplir con los parámetros de la Ley de Estabilidad. Este hecho, junto con la aprobación del Plan Económico Financiero, es determinante para que el consistorio pueda optar a programas de empleo y al Plan 135-2 de la diputación de Castelló, que distribuirá 12,4 millones de remanentes de la entidad en forma de Inversiones Financieramente Sostenibles. Así, con los 180.000 euros asignados, Vila-real acometerá la rehabilitación, mejora y ampliación de usos, bajo criterios de eficiencia energética del Albergue de la Mare de Déu de Gràcia.