El término municipal de Culla pasa por ser uno de los más extensos de la provincia de Castelló. Nada más cruzar la rambla Carbonera, en Els Ibarsos, estamos ya en territorio de Culla, todavía muy lejos de su castillo que es, además, la cima del territorio.

Al entrar en el término de Culla nos encontramos con una singular masía fortificada. Se trata de la Torre Matella. Y es que si por algo se caracteriza Culla es por sus masías. De hecho es uno de los municipios de la provincia en los que se concentra más población en las masías que en el núcleo urbano que ha crecido en torno al antiguo castillo.

Ascendiendo por la ruta de la nueva carretera que se creó para mejorar la comunicación con Castelló encontramos un espacio poco común en una masía. El Espai d'Art Coll Blanc, una galería situada en el medio del monte. Ascendiendo por la carretera en el paisaje encontramos almendros y olivos. Del término de Culla se obtienen excelentes frutos secos, trufas o la apreciada miel y aceites de la Cova de la Palla.

En el término municipal hubo en su día varias escuelas rurales para atender a la población escolar que residía en las masías. Si ya es grande el territorio municipal hoy todavía lo fue más en tiempos de La Setena cuando Atzeneta, Benafigos, Torre d'En Besora, Vilar de Canes, Benassal y Vistabella.

Otra opción es llegar a Culla a través de La Torre d'En Besora. Por esta carretera nos encontraremos dos atractivos: la carrasca de Culla y el Riu del Molinell. La carrasca es un impresionante ejemplar de encina, cuya copa se extiende apuntalada en un grueso tronco. En el Riu del Molinell encontraremos una antigua red de molinos harineros y el Molí de l'Ordre, un antiguo molino harinero del siglo XIV, rehabilitado como Centro de Interpretación.

Culla es diferente por numerosos argumentos. Uno de ellos es el Parc Miner del Maestrat. Las antiguas minas de hierro de Victoria y Esperanza, en los términos de Culla y Torre d'En Besora, son el único parque minero visitable de la Comunitat Valenciana. Atravesar las galerías excavadas en la roca supone toda una experiencia para el visitante. Las minas están musealizadas y se han convertido en un punto de visita casi obligada para colegios y grupos.

Entre los paisajes del entorno también merece referencia especial el Riu de Monlleó. El río se atraviesa en la peregrinación de Culla a Sant Joan de Penyagolosa. El viernes posterior al Corpus los vecinos de Culla emprenden el camino hasta Sant Joan de Penyagolosa. Se trata de una ruta penitencial que atraviesa agrestes y salvajes barrancos.

El núcleo urbano de Culla ha sido completamente rehabilitado en los últimos años. El Carrer Pla, el Pelleric, el antiguo cementerio, la prisión, son lugares que conservan el aroma medieval del castillo amurallado que fue Culla.

En el entorno de la localidad, a un kilómetro, se encuentra la ermita de Sant Cristòfol. Con motivo de la fiesta, por Pascua de Pentecostés, se rescatan de la memoria peculiares danzas.