¿Cómo valora la gestión de estos tres años de gobierno en Almassora?

En Almassora se instalaron el 13 de junio de 2015 dos partidos que han gobernado como dos ayuntamientos paralelos. Su falta de comunicación quedó patente en cuestión de meses, incapaces de consensuar un presidente para la Junta Local de Fiestas cada uno llevó a pleno a su candidato y se abortó la presidencia. Su desorganización ha quedado patente en la pérdida de subvenciones, como la convocada por Diputación en 2017 para inversiones turísticas. Su desorganización interna y la estanqueidad de cada uno de los departamentos ha provocado pérdidas para nuestra localidad fruto de dos estructuras paralelas. La única sintonía que les ha unido ha sido la personal. El deseo de retener el poder y ocupar la alcaldía.

¿Cree que el bipartito PSPV-Compromís está cumpliendo sus expectativas?

Compromís quitó la bandera del despacho municipal y retiró el himno nacional. Y el PSPV se lo permitió. Compromís financió con el dinero de los vecinos de Almassora la compra de un diario independentista. Y lo hizo porque el PSPV lo aprobó. Porque por encima de Almassora estaba la alcaldía, y recaudar para poder gastar a espuertas. Un 15% más de basuras desde 2015 que les ha permitido instalar carpas paralelas para que cada partido se luzca. Porque es evidente que no han dedicado un solo euro a limpiar las calles, que nunca han lucido tan sucias. Eso sí, ya tienen claro que en 2019 no tienen ninguna intención de eliminar el «tasazo».

¿En qué ha cambiado Almassora durante estos tres años?

Antes se invertía, ahora gastan. Les dejamos una hacienda saneada, con más de 3 millones de remanentes en 2015 y en 2017 la reducían a 1,1 millones. Dos ayuntamientos con dos gestiones paralelas incapaces de desbloquear el colegio Regina Violant; el trinquete que nosotros lanzamos en 2015 tiene las obras suspendidas; el derribo del 167 que reclamamos demoler en octubre de 2015, paralizado; la pantalla verde se ha convertido en un proyecto del que PSPV y Compromís guardan silencio, porque la inversión es cero; el paso inferior del Camí Benafelí, cuya solución anunció el PSPV en 2015, sigue cortándose al tráfico; los chiringuitos ya no llegan en verano; y del Camí Voramar que iban a abrir, sigue cerrado.

¿Qué valoración hace de la labor del PP en la oposición?

Sabemos lo que es gobernar y gestionar. Y somos conscientes de que los plazos de la administración no son siempre lo ágiles que quisiéramos. Por ello, desde la responsabilidad, hemos tratado de ayudar en lo posible, especialmente en el caso del colegio Regina Violant, que en tres de años de gestión de los «dos ayuntamientos» ha quedado paralizado. Desde la crítica constructiva, hemos cuestionado a quienes garantizaron proyectos que hoy se han quedado en titulares. Y también hemos sido proactivos presentando más de 30 mociones en plenos.