El entonces presidente del Castellón, el mítico Domingo Tárrega (foto) anunció que, junto a sus siete compañeros de gestión, iba a rubricar un documento oficial a través del cual garantizaba «su disposición a dejar la sociedad a medida que se pueda ir produciendo nuevas incorporaciones al consejo de administración, que es lo que intentarán provocar los cuatro nuevos propietarios del club», según explicaba Levante de Castelló en la noticia principal de la sección de deportes del día 30 de junio de hace 25 años.

De esta manera se iba a producir una ampliación del órgano rector, incluso hasta el máximo nivel permitido por los estatutos que «reconocen la posibilidad de ampliar a quince el número de consejeros». Con arreglo a esa opción, los once mandatarios que había en junio de 1993 «seguirán buscando personas dispuestas a acompañarles en la tarea de gestión, lo que podrá permitir el paulatino abandono de los primeros siete consejeros con que contó el Castellón, aunque siempre abiertos a la posibilidad de que Tárrega continúe como presidente, e incluso que alguno de sus compañeros le acompañe mientras se cierra el periodo de transición».

Una vez que ese documento se haya firmado (se anunciaba para los primeros días de julio de aquel año). «se abrirá una especie de periodo transitorio para que los consejeros busquen a esos nuevos candidatos que engrosen el equipo de gobierno albinegro y puedan hacer realidad ese cambio de poderes».