La temporada 2017-18, la del retorno a Segunda División B, acaba con polémica por la decisión del club de prescindir mínimo de una docena de futbolistas, entre ellos Jordi Marenyà, el capitán y uno de los futbolistas más valorados por los aficionados. Una cifra que es más que probable de vaya en aumento de ahora hasta el próximo martes. Ya sucedió en el último ascenso de la escuadra capitalina la campaña 2004-05 de Segunda B a Segunda. Llegó Castellnou al mando y trece bajas se produjeron, sin contar al entrenador Álvaro Cervera que no fue renovado. José Luis Rondo, Orlando, Javi Sanchis, Juli, Manu Busto, Eloy, Espeleta, Xavi Molist... y así hasta trece bajas, en una plantilla formada por el hoy investigado José Manuel García Osuna, representante en aquel momento de varios de los fichajes.

En las últimas temporadas los cambios han sido constantes en la entidad albinegra. Castalia ha acogido a un club como el Castellón que en los últimos años había vivido escabechinas como nunca antes se había vivido en esta ciudad. Todas de la mano del expresidente David Cruz, que hacía y deshacía a su antojo. Sin ir más lejos, la temporada 2013-14 se batieron todos los registros con 29 bajas, tras utilizar en un mismo curso liguero a 44 jugadores diferentes. O las 25 bajas que se dieron la temporada 2015-16, por las 21 de la 2014-15. Ahora se espera otro vuelco a falta de confirmación oficial.