El famoso pub Four Seasons anunció ayer por la mañana su cierre definitivo en su cuenta oficial de Facebook. El club de música, tras más de diez años con las puertas abiertas dijo adiós lamentando varias trabas. Su clausura reabre el debate sobre la oferta de ocio en Castellón, que se va quedando sin salas privadas de música en directo.

Para Dani Forcada, programador del pub, uno de los problemas ha sido la ausencia de relevo generacional. «Nuestro público ahora mismo ronda los 30 o 40 años y ha ido desinteresándose. Es un público fiel pero no sirve para sustentar nuestro negocio», lamenta.

Otra de laos establecimientos con una situación muy delicada es Veneno Stereo. También en Facebook anunciaron el pasado mayo que no podrían afrontar su horario habitual este verano. El dueño de la sala, Toni Porcar, asevera que «en esta ciudad ya no se puede hacer nada». Su local también lleva años programando unas actuaciones musicales con planificación cuidada y público leal.

Además del problema de edad de sus fieles, las salas se quejan también de que cada vez tienen una competencia mayor. «Ya no somos solo nosotros, ahora tenemos los conciertos que promueve el Ayuntamiento y los demás bares y cafeterías que ponen música en directo» recuerda Álex Bachero, dueño del histórico Pub Terra. Los representantes coinciden en que la aplicación de la ley está siendo más laxa con otro tipo de establecimientos y de eventos que con ellos. Bachero asegura que «si se cumpliese la ley cada uno tendría su parcela». Todos consideran que se permitan hacer ilegalidades a otros locales mientras que ellos se enfrentan a «auditorías y supervisiones continuas». «Si se ve a algún cliente de mi sala con una copa en la calle me caen 600 ? de multa y en la Plaza Mayor están haciendo conciertos cada sábado con gente bebiendo» continúa el dueño del Terra.

Otro motivo de queja que comparten es el poco apoyo que se les ha dado desde el Ayuntamiento. «Abrimos en 2007 y nos comimos los años de crisis sin la ayuda de nadie» sentencia Forcada. El programador de Four Seasons considera que una buena gestión cultural es la que tiene en cuenta a todos los actores de la ciudad. Toni Porcar, de Veneno Stereo, dice «se veía venir y nadie ha hecho nada». Desde el Consistorio ya se defendieron el pasado año cuando estas tres salas junto con L'Espurna (también cerrada) emitieron una carta en la que se quejaban de la «desmesura» de conciertos al aire libre. La edil de cultura, Verónica Ruiz, dijo entonces que se había sentado a hablar con ellos y que les había propuesto un «circuito conjunto» para intentar revitalizar los locales. Dani Forcada se justifica diciendo que aquello «no era la solución». Los tres piensan que en esa propuesta no se tenía demasiado en cuenta el tipo de música que ofertaban, sino más bien «conciertos sin criterio». Además, lamentan la proliferación de los espectáculos en espacios públicos que suponen una mayor competencia si cabe.

A pesar de las quejas los gestores hacen autocrítica: «Al final la culpa es nuestra porque somos un local privado». Bachero lamenta: «el cierre del Four Seasons en una pena». Por el momento, Castellón se queda sin otra de sus salas de música en directo históricas y parece que no va a ser la última.Los días 31 de agosto y 1 de septiembre serán la fiesta de despedida del pub. «Será una cita inolvidable», aseguran en su publicación.