Las bases del Partido Popular en la provincia de Castelló lo tenían muy claro antes de concurrir en el proceso de primarias para elegir a los dos candidatos que aspirarán a suceder a Mariano Rajoy en el Congreso de los días 20 y 21 de julio. Quizás por ello, el porcentaje de participación el pasado jueves resultó especialmente significativo, del 91%, superando la media nacional (86,8 %).

Ese dato no fue el único que condicionó el devenir de los acontecimientos ese día. Las preferencias por Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría dejaban sin posibilidades al resto. Incluso, la exvicepresidenta del Gobierno estaba condenada a quedar en segundo lugar, a tenor de los resultados que se dieron en los nueves partidos judiciales. El actual vicesecretario general de Comunicación de la formación conservadora, más allá de imponerse en 14 de las 26 mesas electorales habilitadas, marcó diferencias en seis de las comarcas.

Así, Casado ganó en los departamentos de Albocàsser (22 votos frente a los 11 de Santamaría), Nules (292 por 143), Vinaròs (110 frente a 106), Viver (26 por 10), Morella (14 y 5) y Castelló (329 votos frente a 275). Soraya obtuvo la victoria en los otros tres partidos judiciales. Esto es, Segorbe (38 votos ante los 36 de Pablo), Lucena (45 por 29) y Sant Mateu (29 por 16 votos).

Estas cifras, a la postre, fueron un reflejo de lo que ocurrió a nivel nacional. Por este motivo, el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, se congratuló ayer del acierto de los afiliados del PP en la provincia a la hora de expresar su voluntad en las urnas.

En su opinión, «creo que el resultado de las primarias es un excelente resultado. Tanto la dirección provincial, con Miguel Barrachina al frente, como yo compartíamos que las dos mejores opciones para llegar al congreso como candidatos eran las de Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Que la provincia les haya aprobado mayoritariamente es una excelente noticia y una alegría que compartimos tanto Miguel como yo. Ahora asistimos a la elección real en el Congreso y en la que se decidirá con toda libertad».

La misma, según puntualizó Moliner, que animó a las bases castellonenses a participar en la votación del jueves. «Dije durante todo el proceso que era una oportunidad para el partido de poder dejar a los militantes que se expresaran libremente. Que quiénes teníamos una cierta representatividad, lo que mejor podíamos hacer era no influir con nuestro voto y eso es lo que yo hice durante el todo el proceso».

Por su parte, la presidenta popular en la capital de La Plana, Begoña Carrasco, aseguró que la alta afluencia de militantes en la sede registrada en el proceso de primarias demostró que «el PP está más ilusionado y vivo que nunca, y que estamos preparados para volver a gobernar las instituciones».

«Hemos dado una lección de democracia interna en un día histórico para todos, y ahora se trata de tomar el mandato que nos han dado los militantes y transformarlo en un partido más cohesionado y fuerte», apuntó.