A principios del año 2000 se implantaron cinco plantas de purines en la provincia de Castelló. Salsadella, Albocàsser, Vall d'Alba, Todolella y San Mateu. La de Todolella es la única activa y está al 40% de su rendimiento. Los ganaderos de la zona, cuya economía tiene una base principal agraria, se quejan de la falta de terreno y recursos de los que disponen para asumir la legalidad de las granjas y mantener la zona sin exceso de residuos.

Concretamente, los trabajadores de Todolella, Forcall y La Mata, demandan una prioridad en la legalización de su trabajo en la granja y una situación sostenible y responsable con el medio ambiente para poder desempeñar su actividad sin ningún problema.

«Yo creo que esto va para largo, no pienso que se vaya a dar una solución definitiva a corto plazo, pero al menos se pueden arreglar las carencias y desperfectos que agravan la contaminación», asegura Santiago Pérez, el alcalde de Forcall. Algunas de las medidas que más falta hacen en la propia localidad, según el alcalde, es la reparación de las balsas de lona.

La función de estas herramientas es proteger a las aguas subterráneas del contacto con los purines y otros residuos. Por el paso de los años y por una «gran falta de mantenimiento de la empresa privada que originalmente los instaló», según añade Pérez, estos tejidos se han deteriorado y permiten el calado de contaminación en las aguas.

En concreto, el alcalde de Forcall puntualizó su percepción sobre el caso declinando la necesidad de que «la Generalitat y la diputación deberían de coordinarse y compartir responsabilidad económica en cuanto a la reparación y mantenimiento de las infraestructuras».

Con respecto a los residuos que ya están en las aguas todavía no se ha decretado un plan de actuación, pero si se ha destacado en el Decreto que el agua subterránea es el recurso hídrico más sensible a la contaminación, «a pesar de que son aguas difíciles de alcanzar, una vez se ensucian, su proceso de depuración y recuperación es lento y costoso».

En lo referente al futuro de la planta, el alcalde nos adelanta que el proceso también costará su tiempo: «Hace ya años que intentamos tratar el tema con la diputación». Por otro lado esclarece que «el servicio de la planta ha sido gratuito estos años, puede que eso cambie si el nivel de funcionamiento de la misma aumenta». Es decir, que los agricultores podrían tener que contribuir monetariamente para mantener controlados los purines.

Decreto para el medio ambiente

Los purines han comenzado a ser un problema según se plasma en el Decreto 86/2018, de 22 de junio del Consell, por el que se designa municipios como zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes agrarias, sustituyendo al Decreto 13/2000 del 25 de enero y su ampliación posterior del 4 de diciembre por el Consell. El nuevo Decreto designa como zonas vulnerables a más de 100 localidades costeras entre las que se encuentran, de Castelló de la Plana, Almassora, Almenara, Artana, Benicàssim, Betxí, Borriana, Borriol, Les Alqueríes, Moncofa, Nules, Onda, Sant Joan de Moró, Vall d'Uixó, Vila-real, Vilavella y Xilxes.

Además, en el documento oficial se declara que todas las zonas recogidas por ley como zona a proteger serán objeto de modificación o ampliación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 4.2 del Real decreto 261/1996, de 16 de febrero, sobre la protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias.