El 23 de marzo de 1937 el crucero Baleares abrió fuego contra la población de Castelló durante más de cuatro horas. Este bombardeo fue el primero de los 44 que sufrió la ciudad por mar y aire durante los años de la Guerra Civil. Dichas arremetidas dejaron más de 170 víctimas mortales, numerosos heridos y una gran cantidad de viviendas destrozadas. Ante esta forma de ataque indiscriminada, la ciudadanía tuvo que emprender la resistencia pasiva construyendo refugios antiaéreos por toda la ciudad.

Cuando las campanas del Fadrí sonaban una vez el bombardeo era aéreo, si lo hacían cinco es que se hacía desde el mar. Si se escuchaba este toque los ciudadanos corrían a esconderse a los refugios. Se construyeron casi 300 que comunicaban con las casas y 43 públicos. La mayoría estaban conectados.

Uno de ellos es el que se ubica actualmente en la plaza Tetuán. Ayer se reabrió en forma de museo para que el público pueda entrar a visitarlo. Acudieron al acto de presentación la edil de Cultura, Verónica Ruiz; el conseller de Educación, Vicent Marzà y la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco. «Teníamos el deber de recuperar el patrimonio y contar sin vergüenzas nuestra historia», contaba Ruiz. Hace 81 años que se construyó junto con otros como los situados en Santa Clara, plaza Clavé, calle San Roque, avenida del Rey o la Farola. Se ha elegido el de Tetuán porque su estado era el más recomendable para realizar el proyecto.

Museo de la memoria

Para Marzà el objetivo de la apertura es «aprender del pasado reciente y dignificar a las víctimas de la Guerra Civil». Este es el primer acto realizado por el Museo de la Ciudad de Castelló (MUCC), proyecto que tiene la meta de dar a conocer el patrimonio de la ciudad.

La entrada se sitúa en la plaza Tetuán por una puerta que se abre desde el suelo. Las galerías que formaban el refugio son el recorrido del museo y están señalizadas con paneles informativos. Uno de ellos conmemora a las víctimas de los bombardeos de cada año. También hay un audiovisual con testimonios de personas que vivieron los ataques ilustrado con imágenes de los años de la guerra.

La entrada al museo será gratuita y estará abierto de martes a sábado de 16:00 a 19:00 h. y los domingos de 10:00 a 14:00 h.

Los trabajos de adecuación han durado tres años. «El día 18 de julio de 2015, coincidiendo con la fecha del golpe de Estado a la República, abrimos por primera vez este refugio junto con el cuerpo de bomberos», recordaba Ruiz. Las obras han costado unos 60.000 euros y el acondicionamiento del museo otros 40.000.

En el acto previo Amparo Marco, alcaldesa de Castelló, defendía: «Un país que honra a sus víctimas es un país mejor. Las únicas heridas abiertas son las fosas cerradas». Verónica Ruiz cree que con esta apertura los trabajos para la defensa de la memoria histórica «no han hecho más que comenzar». «Queremos ver cómo responde la gente al nuevo museo y actuar en consecuencia» continuaba la concejal de cultura.