Un total de 750 personas, 125 vehículos y cinco medios aéreos. Esos son los medios con los que contará el Consorcio Provincial de Bomberos de cara a los meses críticos de verano. El presidente de la diputación, Javier Moliner, se reunió ayer con los parques de bomberos de la provincia para comprobar la preparación.
«Estamos mejor equipados y más coordinados que nunca para atender esas emergencias que desgraciadamente todos los veranos acaban marcando la agenda de nuestra tierra» contaba Moliner. Este año se va a prestar una atención especial a los medios montañosos y acuáticos, además de a los focos de incendios clásicos, ya que las actividades en estos lugares se intensifican con la llegada del buen tiempo.
Para ello el Consorcio ha puesto preparado las Unidades de Rescate Acuático y de Montaña. «es importante también en estas fechas mirar a la montaña, pero también al mar, sabiendo que tenemos más medios y a disposición de todos los usuarios de nuestras playas para cualquier incidencia o emergencia de salvamento marítimo que en verano es especialmente importante», recalcaba Moliner.
Para los incendios, el dispositivo del Consorcio se forma con la unión de distintos cuerpos: los cuatro parques de Bomberos Profesionales, cinco de Bomberos Voluntarios así como los parques de las Unidades de Bomberos Forestales que la Generalitat tiene asignados al Consorcio y que para esta época veraniega se refuerzan hasta las 18 unidades, cuando en el resto del año son 15.
El presidente de la Diputación ha aseverado que «es necesario enviar a la ciudadanía un mensaje de tranquilidad, de cautela y de prudencia para ser responsables en el uso de nuestros espacios tanto forestales como marítimos»; pero a la vez debe saber que «hay un equipo bien constituido de profesionales que velan por su seguridad».
Esta atención especial responde a que la provincia de Castelló tiene una variada orografía, con más de 120 kilómetros de costa y amplias zonas montañosas que llegan hasta los 1.800 metros de altura. Con el dispositivo numeroso se espera minimizar al máximo los daños de cada verano.
