Tras seis meses cerrada a la circulación, las calles Gimeno Agius y calle San Vicente de Segorbe continúan sin estar transitables por las obras de repavimentación y creación de aceras que comenzaron el pasado enero.

A pesar de que el concejal de urbanismo, Luis Gil, anunció que las mismas estarían finalizadas en el mes de junio, tras los imponderables con los que se han encontrado en el transcurso, a día de hoy, los viales continúan cerrados al tráfico, con el consiguiente inconveniente que supone para los vecinos que cuentan con sus casas y garajes en las mismas, que están desde principios de año padeciendo la ejecución de la obra y lo que ello conlleva.

Así lo denunció ayer el Partido Popular de la localidad quien explicó que «una obra aparentemente sencilla ha supuesto un camino lleno de trabas y mala suerte que ha llevado a diversas protestas por parte de los vecinos y que el ayuntamiento una vez más, no ha sabido gestionar debido a su inoperancia y tónica habitual a la hora de solucionar los problemas que afectan a los ciudadanos».

Desde el equipo de gobierno se afanaron ayer en justificar estas protestas apuntando que «con los vecinos ha habido comunicación constante y no tenemos constancia de ninguna queja formal, aunque entendemos que las obras se han dilatado en el tiempo por problemas con la empresa que inicialmente se adjudicó el contrato y generan molestias».

La obra ya está finalizada y certificada en plazo, «aunque se vio algún detalle que había que corregir y ahora mismo están en ello», según informó el equipo de gobierno. «Todas las mejoras que se hagan ahora serán positivas para el vecindario», comentó el concejal de urbanismo quien explicó que, se han llevado a cabo varias mejoras en el proyecto como la sustitución del sistema de agua potable, ya que los desagües todavía iban a la acequia y la preinstalación para el paso la fibra óptica.

Gil matizó que estas mejoras «no estaban en el proyecto y se han considerado hacerlas por mejorar los servicios de la ciudad, lo que también ha podido dilatar los tiempos, pero con un resultado positivo y necesario». En estos momentos, apuntó, la calle ya está pintada y señalizada y en cuanto terminen de reparar esos detalles, estará abierta.

CMG Agua y Energía comenzó estas obras en enero por un importe de 40. 577 euros, pero las paralizó a los tres meses al quebrar la empresa y retomadas por otra mercantil.