«Cuando entramos al ayuntamiento nos propusimos bajar y ajustar la fiscalidad a la realidad económica de las familias de la ciudad y utilizarla para dinamizar la economía». Amparo Marco, alcaldesa de Castelló y Antonio Lorenzo, edil de Gestión Municipal, hicieron ayer balance de su actividad con respecto a impuestos municipales como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

Lorenzo destacó las estrategias de reducción de tipos. «Entre 2016 y 2018 el IBI urbano se redujo de forma notable. Si estos años hubiéramos seguido con las ordenanzas fiscales que habían en 2015 [con el ayuntamiento popular] hubiéramos recaudado casi nueve millones de euros más». También se ha rebajado el IBI rústico, «dejando de ingresar 1.200.000 euros más».

La semana pasada el Partido Popular acusó al consistorio de mentir cuando decían que habían bajado los impuestos. El partido de la oposición se apoyó en el Informe Panorama de la Fiscalidad Local 2018 elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). En él se reflejaba que Castelló es la segunda capital de provincia que más recauda con el IBI. Desde el Ayuntamiento se defienden diciendo que estas cifras son la herencia que recibieron de la anterior corporación, del Partido Popular, y que están consiguiendo «bajar el gasto en las contribuciones de las familias de la ciudad».

Fiscalidad progresiva

La reducción del impuesto ha tenido repercusión en todos los distritos de la ciudad. «Un edificio tipo en el distrito sur puede haber bajado un orden de 300 euros en el pago», continuaba Lorenzo.

«También podemos decir que hemos contribuido a crear un escenario fiscal más progresivo», remarcaba el edil de Gestión Municipal. El Consistorio ha añadido bonificaciones para los inmuebles destinados a personas en riego de exclusión o para los que se usan para actividades culturales. Otros impuestos reducidos en lo que va de legislatura son el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) o las ayudas con las tasas de basuras. «Hemos querido ajustar los impuestos para que cada ciudadano pague según su situación económica», comentaba la alcaldesa.

Marco remarcaba que el Impuesto sobre Bienes Inmuebles es el que más recaudación da al Ayuntamiento. "Esos casi diez millones de euros que no están en las cuentas del Ayuntamiento están en las cuentas de las familias". También quiso destacar que estas bajadas de impuestos no se han hecho sin tener primero «una suficiencia económica» sostenida gracias a los fondos sacados con las colaboraciones con la Generalitat, el gobierno central o Europa. También han realizado esfuerzos mayores a la hora de la inspección fiscal, vigilando más de cerca las actividades que puedan incurrir en algún tipo de fraude.

La alcaldesa de Castelló recordó que la primera bajada impositiva propuesta por el equipo de gobierno « fue votada en contra por todos los grupos políticos de la oposición». «Así perdieron la credibilidad a la hora de pedir que las familias paguen menos IBI», continuaba.